AC/DC en Madrid: los rockeros van al Infierno

Crónica del concierto de AC/DC en Madrid
Fecha: 05/06/2009, 22:00h.
Calificación:

Concierto de AC/DC en Madrid
Madrid, 5 de junio 2009
Estadio Vicente Calderón
Hora de comienzo: 22:00. |  Hora de final: 00:20.
Precios: 70, 75, 80 euros
Asistentes: 55.000 espectadores
Calificación:

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Los rockeros van al Infierno

Javi Moreno / Fotografía: Javi Moreno

Son muchas las cosas que he vivido en el Estadio Vicente Calderón. En esas gradas, a lo largo de los años, he sufrido, he llorado, he cantado, he reído, me he emocionado, me he cabreado, he abrazado, he besado, he discutido,… hasta alcancé una vez el cielo para luego bajar al más absoluto infierno. Un infierno distinto del que ayer nos encontramos, esta vez si, ansiado y deseado.

Ayer fue una noche de recuerdos. Todo eso me estaba viniendo de nuevo a la cabeza pues, como si del final de una vida se tratase, esas sensaciones y vivencias regresaron a la vez. Durante dos horas y veinte, a golpe de guitarras y rock and roll, noquearon mi cabeza y la de los 55.000 entregados fans que allí nos congregamos.

 No creo que haya nadie más fiel al manual del rock que los australianos. Por eso acudes a un concierto suyo con la total seguridad de éxtasis y disfrute. Y ellos como nadie saben calentar al personal, en esta ocasión con idéntico espectáculo que el ofrecido hace dos meses en su gira de pabellones. Más grande, si, pero de milimétrica ejecución. Está en el manual, y nunca falla.

Unos poco valorados y atendidos Lilith abrieron la tarde, cuando aun se atisbaban los rayos de un sol huidizo en Madrid. The Answer disfrutaron ya de un prácticamente abarrotado estadio como audiencia, y si bien el sonido no era tan nítido como en la gira de pabellones, sus ganas y entrega fueron aun mayores si cabe, arrancando las primeras ovaciones gracias a su blues-rock potente, zeppeliniano y descarado. Pero las gargantas del estadio rojiblanco solo estaban dispuestas a romperse con Angus y compañía, y eso sucedió con escrupulosa puntualidad a las diez en punto de la noche, cuando la ya conocida animación del pequeño de los Young empotraba la locomotora contra el escenario tras una sonora explosión. “Rock And Roll Train” desataba la locura, y de paso borraba esa expresión escéptica en la cara de aquellos que se enfrentaban a los aussies por primera vez, y dudaban aun de su fiabilidad. El Calderón de nuevo era un infierno, del que Brian se encargaba de dejar claro que tampoco es un mal lugar donde estar. Palabra de dios. Han vuelto.

De este modo, uno tras otro fueron desgranándose unos temas inmortales, que ya son leyenda en el rock, y que los miles de diablillos allí congregados se saben de carrerilla, la misma carrerilla con que la banda de rock más electrizante del mundo los interpreta. Pero esto no es solo música. También es espectáculo. Es el striptease de Angus, que tras desprenderse del conocido uniforme colegial -en esta ocasión verde aterciopelado- muestra un calzón negro con el logo de la banda en rojo y amarillo, todo a ritmo del blues sucio, descarado y pícaro que es “The Jack”. Lo es también la campana del infierno que agita Brian para encender a las masas, descendida de la noche madrileña.

 También hay hueco para los temas del último disco, igualmente coreados e igualmente idolatrados que los más clásicos. Es el momento de la traca final, cuando tras suplicarles que nos golpeen una vez más durante toda la noche a base de boggie-rock, devotos como son con su público, hacen estallar de júbilo al personal con el 'TNT' como arma de destrucción. Justo después, la mujer más lasciva, rechoncha, descarada y sexual, la más amada y deseada de la noche, irrumpe en el escenario para cabalgar sobre la locomotora gigante que lo preside. Pero todo toca a su fin, y tras un sermón espectacular en el que nos vuelven a contar como se hizo la luz en el mundo y como se creó el rock and roll, el pequeño predicador dio una lección de guitarra. Pero no fue una de esas frías y virtuosas interpretaciones que de tanto repetirse acaban aburriendo. No. Una lección de que el rock es más sentimiento que perfección, más entrega que ejecución y, en definitiva, más sudor, como así lo reflejó el cuarto de hora en que el eterno colegial saltó, corrió, se arrastró y giró sobre el centro del estadio.

Todo el mundo sabe a estas alturas que el espectáculo se acaba. Pero no puede hacerlo antes de surcar las carreteras del infierno al que todos queremos llegar para, una vez allí, despedir hasta la próxima al quinteto a base de salvas de cañones rockeros y fuegos artificiales. Ese infierno desprende tanto calor, tanta pasión, que hasta elimina de inmediato las tímidas gotas de lluvia que amenazan con estropear la noche. Ese infierno del que nadie huye, y del que nadie quiere regresar. Ese infierno, hogar de los rockeros, que ayer una vez más abrió el suelo de Madrid para atrapar 55.000 almas devotamente entregadas.

 Músicos:
- Angus Young: Guitarra principal
- Brian Johnson: Voz
- Malcolm Young: Guitarra rítmica
- Cliff Williams: Bajo
- Phil Rudd: Batería

Calificaciones técnicas:
Set list: 9
Sonoridad: 9
Duración: 10
Interpretación: 10
Actitud: 10
Público: 10
Media: 9,5

           

Set list del concierto:
Madrid, 5 de junio 2009, Estadio Vicente Calderón
Hora de comienzo: 22:00.  |   Hora de final: 00:20.
Teloneros: The Answer y Lilith

01. Rock N’ Roll Train
02. Hell Ain’t A Bad Place To Be
03. Back In Black
04. Big Jack
05. Dirty Deeds Done Dirt Cheap
06. Shot Down in Flames
07. Thunderstruck
08. Black Ice
09. The Jack
10. Hells Bells
11. Shoot To Thrill
12. War Machine
13. Dog Eat Dog
14. Anything Goes
15. You Shook Me All Night Long
16. T.N.T.
17. Whole Lotta Rosie
18. Let There Be Rock

Bonus:
19. Highway To Hell
20. For Those About To Rock (We Salute You)

Javier Moreno Vega
Junio 2009

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