Bigelf - 'Into the Maelstrom' (24 junio 2014)
Sello: InsideOut Music; País: EEUU; Calificación:
|
"Incredible Time Machine" 3:57 Duración total: 1:02'20'' |
Músicos:
- Damon Fox: Voz y teclados
- Luis Maldonado: Guitarras
- Duffy Snowhill: Bajo
- Mike Portnoy: Batería
· Género: Metal progresivo, rock progresivo, rock psicodélico, hard rock.
· Grabado entre 2013 y 2014 en EEUU.
· Todos los temas compuestos por Damon Fox. Producido por Damon Fox y Mike Portnoy.
Pero sí, le dio el venazo y por asuntos que sólo conocerán él y sus ex compañeros, Ace Mark y Froth, acabó con el gran elfo tal y como lo conocíamos -él desmiente esta versión de los hechos-. Al poco volvió el bajista, Duffy Snowhill, con quien parecía que no iba la diáspora, y todo volvió a coger sentido a partir de 2012, tiempo en el que Damon aprovechó su fuerte amistad con Mike Portnoy para proponerle una alianza musical y ser socios. Eran tiempos malos para ambos, porque el batería era despedido de su propio grupo, Dream Theater. Así, el controvertido mago de las baquetas aceptó aportar su batería y su producción al disco que estaba por grabar y, recientemente, hemos sabido que se unía a la gira mundial de presentación. Por último, el guitarrista de origen latino Luis Maldonado se enrolaba en el proyecto con su guitarra y la familia de Fox volvía a estar completa. Es su banda, su criatura, y en realidad queda bastante claro que los demás músicos son accesorios para sus creaciones y su proyecto de Bigelf. Como curiosidad, el hijo de Damon, Baron, será el batería provisional del grupo mientras no haya uno fijo y tocará allá donde no llegue Portnoy.
Y es que estamos ante un regreso formidable, por la puerta grande, dejando una de las obras del año, sin duda. Fox juega, se entretiene, crea y hace lo que da la gana. Quien haya visto en directo a este tipo sabrá a qué me refiero. Es como un Messi o un Ronaldo recreándose en su talento. Y es que estamos ante uno de los músicos más talentosos del planeta, sólo que su manera de ser y de querer triunfar es incompatible con un éxito de masas.
Digamos que hay un alma 'sabatthiana' en casi todo el disco, pero con esa calidad del progresivo setentero entre la psicodelia y el caos jazzístico de los primeros King Crimson y Van de Graaf Generator que sólo algunos oídos procesamos como música mágica y de ensueño, y que para muchos es una amalgama sin sentido de ritmos alocados y armonías ásperas y difíciles de asimilar.
Comete un error, a mi modo de ver, que es la forma de ordenar los temas. Para mí, la apertura ideal sería 'Hypersleep', segunda canción, con una intro lenta que es la típica que es ideal para empezar un disco. Mientras que el corte elegido para ello, 'Incredible Time Machine', pese a ser bueno, es demasiado brusco para el arranque. Pese a todo, este tema es realmente mágico. Empieza con sonidos propios de una alarma nuclear de película militar, que nos adentra en una mente terrorífica de la creación alocada de este genio llamado Damon Fox. Unas voces distorsionadas nos adentran en una senda camino al psiquiátrico más cercano. Un loquerío de intensidad máxima donde se juega con unos pasajes vocales propios de los Beatles pero continuamente acompañados de una siniestra música agobiante y terrorífica, con aromas crimsonianos de los inicios de la banda de Fripp, conseguido así por la manera de tocar los teclados, sonando claramente a un genial melotrón. La batería de Portnoy, por cierto, no es especialmente brillante al sonar demasiado previsible. El final beatleliano -época 70, claro está- nos lleva a la mencionada 'Hypersleep', otro viaje hacia la locura, que arranca con unas voces pregrabadas que nos conducen a la fantasía mental de Fox. De repente suena un melotrón de 'In The Wake of Poseidon' en 'Mars' y la locura se desata. Tremendo tema de increíble calidad y factura. La voz de Fox se convierte en la de Ozzy Osbourne y la oscuridad de Black Sabbath nos rodea hasta embrujarnos cual magia negra. El solo de Maldonado nos lleva a otra dimensión y el teclado de Fox nos lleva a la senda de la perdición. Mejora Portnoy y unas bases rítmicas de él y Snowhill nos terminan de convencer: estamos ante una obra maestra.
'The Professor & The Madman' comienza, por su parte, con unas cuerdas que nos llevan a la India más mística, a la paz y unos sonidos propios de los Simon & Garfunkel más bucólicos. Después arranca la electricidad con una áspera y dura guitarra de Maldonado, unos teclados de acompañamiento y un estribillo sencilla y puramente genial. 'Send me an angel' nos pide angustiosamente Damon Fox, casi haciéndonos estremecernos sin remedio.
'Mr. Harry McQuhae' empieza con su voz en limpio, con un registro poco escuchado en él, y luego llegan unos ritmos de hard rock bluesies y soul, evocándonos a los mejores Whitesnake o Rainbow de los mediados 70. Pasajes genesianos nos seducen a la mitad del tema y logran alcanzar la paz con un melotrón de fondo extraordinariamente tocado por Fox. La parte final del tema es esquizofrénico a más no poder y alcanza de nuevo lo excelso. Justo el final, sin embargo, es pacífico y nos trae los mejor del rock setentero entre la sinfonía y el talento soul y blues. De verdad, de 10, sin nada que añadir. Hay que escucharlo.
'High' es otra maravilla hecha canción. Unos teclados pacíficos nos trasladan mentalmente a la habitación de un psiquátrico, donde pronto arrancan los lamentos de un enfermo mental cuyas voces suenan de ultratumba, como lloros de un alma atormentada. Y cuando así no parecía posible mejorar un estribillo, arranca este de 'High', donde sencillamente se alcanza el cenit musical. 7 minutos de locura con momentos de belleza y tranquilidad inigualables, conseguidos con una guitarra que suena producida como en los 70, y un solo y una melodía genesiana y crimsoniana que difícilmente un grupo puede componer en estos momentos. Otro 10 tan brillante que duele mirar a la luz que emana.
Ya llevamos hasta el momento casi tres cuartos de hora que serían suficientes por sí mismos, porque es complicado superar esto. Pero los 6 años de silencio han dado para mucho y Fox aún bombardea con sus socios con 3 temas más. 'Edge of Oblivion' es un oscuro tema sabbathiano donde se imitan voces de Ozzy y los pasajes dooms y siniestros a más no poder no pretenden engañar a nadie sobre estas soberbias influencias musicales. Aparte de ser un genial tema, lo mejor es cómo Fox logra que suena como si estuviéramos ante una banda setentera sin artificios de estudio, al estilo de los malditos Atomic Rooster. Impresionante.
Y como decíamos, el final corre a cargo de los 8 minutos de una compleja composición muy 'vandergraafiana' y 'crimsoniana', que si nos mantiene en vilo durante un buen tiempo con los teclados, nos lleva a 'In The Court of the Crimson King' con un majestuoso melotrón y unas voces corales de ensueño. La forma de tocar aquí los platos de Portnoy es tan delicada que hasta nos impresiona. Cerca de la mitad llegan las primeras palabras, una vez acabada la parte llamada 'I. Destination Unknown', y que ahora se llama 'II. Harbinger of Death'. Su última parte es la rockera 'III. "Memories', donde se cambia el rollo totalmente por un divertido tema rock bluesy y hardrockero muy 'purpleliano'. Para poner el broche final y digno a un disco tan excelso como éste, una parte instrumental épica y con melotrón nos conducen al Paraíso, despidiéndose Portnoy con un genial redoble de batería y unos sonidos finales de teclados. Otro impresionante ejercicio de calidad sin límites.
De verdad: estamos ante un disco que no hará historia porque el ser humano es ignorante de por sí, pero que exceptuando el hecho de que no inventa nada, es una de las mejores cosas que se han compuesto en mucho tiempo. Grande Fox. Pronto te veremos por Europa presentando en vivo como nadie como tú sabes este genial álbum. Tu obra maestra.
Calificación: 9/10
- Muestras de 'Into the Maelstrom':
Esta web usa cookies para optimizar su experiencia de navegación. Puede aceptar y seguir navegando o salir.