Crítica del disco de Maat Lander - 'Seasons of Space - Book #1' (2017)

Atravesando estaciones y espacios

Maat Lander - 'Seasons of Space - Book #1'
(1 noviembre 2017, Clostridium Records)

Maat Lander - Seasons of Space Book 1

Nos complace en esta ocasión volver al grupo MAAT LANDER porque el motivo es su nueva obra fonográfica y ésta es realmente fabulosa: nos estamos refiriendo a “Seasons Of Space - Book #1”, disco publicado a inicios del pasado mes de noviembre tanto en formato de vinilo como de CD. Las sesiones de grabación del disco que tenemos ahora en nuestras manos tuvieron lugar en el último tercio del año 2016 en los estudios Rushus y VMS. El trío de Arkady Fedotov [bajo, sintetizadores, efectos y flauta], Ilya Lipkin [guitarras eléctricas y acústicas, y efectos] e Ivan Fedotov [batería, wave drum, cajas de ritmos y sampleos] se luce a lo grande con este ambicioso disco que dura casi 80 minutos; pero es que su ambición no solo reside en la cantidad de música gestada para la ocasión, sino también en el hecho de que hay una ilación conceptual con otros próximos discos que el trío tiene pensado grabar en el futuro cercano. Este grupo emergido del cosmos de VESPERO hace algunos años tiene reafirmada una posición muy propia. Por lo pronto, el personaje ficticio inventado por el grupo y cuyo nombre tomó, Maat Lander, había creado un universo propio cual Demiurgo que quiere proyectarse al mundo desde el interior más íntimo de su conciencia: con este disco se inicia su diario de viaje a través de ese mismo universo que él ha creado pues el susodicho Demiurgo ha decidido dejar su rol de mero contemplador y pasar al más activo rol de explorador. Para aumentar su ya de por sí rico espectro sonoro, el trío contó con los aportes del trompetista Andrei Solovyov en un tema y con los del sintetista Dr. Space en otro.

Durando casi 8 minutos, ‘Planet Of The Intelligent Gas-Shaped Lifeforms’ abre el disco comenzando con un envolvente preludio rico en climas oníricos que, a través de sus expresiones de sutil energía, anuncian lo que promete ser una exaltación de la vitalidad esencial del discurso space-rockero. En efecto, el cuerpo central elabora una delicia musical nutrida por gráciles colores sintetizados y flotantes fraseos de guitarras mientras se sostiene sobre un groove razonablemente complejo. Nos topamos con el despliegue energético esperado pero no nos esperábamos un derroche tan inmenso de embrujadora musicalidad. ¡Impresionante inicio de las cosas! Luego sigue la no menos impresionante pieza ‘Crimson Turtles’, la cual prosigue por la herencia primigenia de la pieza inicial y la da una aureola más tirada a lo jazz-rockero en su esquema rítmico. Los guitarreos, por su parte, siguen obedientemente los paradigmas de STEVE HILLAGE y ROBERT FRIPP en su manera de realzar y potenciar la espiritualidad exorcista por la cual se encamina el núcleo temático de la pieza. Los últimos minutos se impulsan hacia un viraje agresivo donde la banda se acerca al estándar de los HAWKWIND de la fase 74-77 a través del filtro de los primeros OZRIC TENTACLES. Tras estos fastuosos y coloridos despliegues de sobria majestuosidad space-progresiva nos topamos con la miniatura ‘Galaxy Passage #1’, la cual se caracteriza por una aureola reflexiva envuelta en una frazada de relax cósmico. En realidad, su función es la de preparar el terreno para la subsiguiente emergencia del maratónico tema ‘Fields Of Serenity’, el cual se extiende por un espacio de casi 12 ¾ minutos. Tras un buen momento de sigilosas oscilaciones entre lo etéreo y lo denso bajo un manto de capas espaciales delineadas con una refinada ingeniería, habrá de emerger el jam central, el cual es dueño de un vigor llamativo encapsulado en un esquema firme y preciso. El encuadre amalgamado entre la guitarra y la batería crea las columnas en medio de las cuales los efluvios sintetizados y las líneas del bajo gestan una corriente sonora cautivadora. la coda relajante culmina las cosas con una pertinente aureola de sobriedad intelectual. Esta pieza se hermana muy cercanamente con lo que los MAAT LANDER habían hecho en sus dos primeros discos.

‘The World Of The Ocean With No Dry Land’ comienza con un hermoso prólogo guiado por la flauta y focalizado en etéreas capas de sintetizadores donde lo introvertido se erige como una fuente de luz. Más adelante emerge un jam que guarda cierto parentesco con el que conformó el núcleo central de ‘Fields Of Serenity’, pero esta vez con una electricidad más mesurada, emparentada con el patrón estilístico de unos HIDRIA SPACEFOLK. ‘Galaxy Passage #2’ es la segunda miniatura del repertorio, semejante a la #1 pero con una acrecentada aureola de misterio en su estructura expresiva. Su misión consiste en abrir las puertas para el arribo de ‘Dance Of Photonic Roaches’, otra pieza particularmente climática del álbum; de hecho, podemos decir que se trata de una de las maniobras más espectaculares del cosmos sonoro del trío. Con una pujanza sofisticada y un brío rotundo, el grupo confecciona una estupenda síntesis de los elementos más enérgicos de varios de los temas precedentes mientras da un nuevo giro de tuerca al empleo de grooves intrincados dentro de un contexto general donde la musculatura y el señorío se erigen en fuerzas cogobernantes tiránicas del arte del sonido. En fin, el cierre para el repertorio central de este disco llega de la mano de ‘The Constellation Of the Mirror Fish’, pieza encargada de suceder al cénit de expresividad space-rockera que encarnó ‘Dance Of Photonic Roaches’. Su estrategia consiste en un retrotraimiento a la faceta introvertida del grupo, dándose así una suerte de acercamiento peculiar al universo de TANGERINE DREAM (segunda mitad de los 70s) mientras se preserva las inquietudes psicodélicas propias del space-rock. Teniendo en cuenta que el swing de la pieza se sumerge en lo grácil sin remilgos, el bloque sonoro global se focaliza en un inteligente juego de autoconstreñimiento, dejando así que las capas sintetizadas asuman el rol de centro neurálgico de dicho bloque sonoro.

Hay tres bonus tracks en la edición de CD, siendo el primero de ellos ‘Two Keys To The Sky’. El tenor general de esta pieza es de encumbramiento espacial con fuerte presencia de las capas y loops de sintetizador como guía y foco de la instrumentación global. Los guitarreos a lo HILLAGE añaden un colorido preciosista al asunto mientras que la secuencia rítmica computarizada sustenta los loops apropiadamente. Hay aquí una cruza entre los TANGERINE DREAM de los 80s y los OZRIC TENTACLES de los primeros discos. ‘Coma Berenices’, por su parte, contiene dos partes distintivas: una semejante al clima general de la pieza anterior y una segunda más filuda y aguerrida, al modo de una cruza entre HAWKWIND y GONG. Es en esta segunda instancia que el trío aprovecha para seguir afilando su esencia musical plenamente sofisticada y preciosista. En fin, el último bonus es ‘The Birth Of Maat’s Galaxy’, siendo su esquema de trabajo afín al del primero pero con una estructura más densa y una ingeniería sónica más rutilante. También se destaca el groove tribal de la combinación de percusiones acústicas y electrónicas. Todo esto fue lo que el exhaustivo muestrario musical de tenía que brindarnos a nosotros, incurables melómanos progresivos del mundo entero. Los MAAT LANDER han demostrado que su línea de trabajo puede conquistar un nuevo norte artístico con este nuevo catálogo de estaciones y espacios space-rock-progresivos enmarcados en el disco “Seasons Of Space • Book #1”. ¡De lo mejor que se nos ha dado desde la provincia space-rockera en la producción progresiva mundial del año 2017!

Calificación: 9/10


- Muestras de 'Seasons of Space - Book #1':


cesar inca mendoza

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