Crónica del concierto de The Pink Tones en Madrid (24 noviembre 2012)

A New Pulse o... un pulso a la música de Floyd que nunca muere

Uno va a este tipo de conciertos de grupos que nacieron incluso antes de los años 1970 pensando que va a un show de historia, no de actualidad. Es una gran falacia artística, por supuesto, pero todos tenemos momentos de bajón. El caso es que pronto me quité esa idea, cuando acudía al concierto esa misma noche: en el metro de la estación de Sol un músico callejero interpretaba 'Another Brick in The Wall, part 2' con su guitarra. Yo acudía a ver a The Pink Tones, la mejor banda, sin duda, de tributo a los geniales Floyd. Sólo era el comienzo de una gran noche.

Pocas veces uno sale tan contento y completo por dentro. Porque mira que los periodistas musicales vamos a conciertos a lo largo del año. Pero tanta calidad musical y altura cualitativa se aprecia pocas veces. Era el caso del segundo concierto que The Pink Tones ofrecía este sábado 24 de noviembre, tras una jornada anterior el viernes. En la primera sesión ofrecieron un show titulado 'Pinks on the Wing' bajo un cartel de la portada de 'Animals', que estaba enfocado a los mejores años de la era Roger Waters. En mi caso, acudía a la jornada segunda, del sábado, titulada 'A New Pulse', dedicada a la era David Gilmour.

Así pues, era una noche para escuchar los temas donde o bien Gilmour era el alma mater o bien tuvo una presencia clave en esas canciones, ya sea siendo el primer intérprete vocal o un destacado compositor en las mismas. Incluso estaba recogida la primera etapa, la psicodélica. Era complicada y arriesgada esta apuesta de The Pink Tones: era dividir el corazón y el alma del cerebro de Pink Floyd en dos sesiones. Dicho de otra manera: la dicotomía que ofrecían Waters y Gilmour era la gran maravilla del grupo, la clave del equilibrio y la magia. Cuando uno se fue, el otro sin el uno no consiguió que Floyd tuviera el instinto asesino de Rogelio Aguas. Sin embargo, Waters sin el corazón y la sensibilidad de Gilmour nunca fue tan certero cuando inició su carrera en solitario.

Así pues, esta noche de Pink Tones titulada 'A New Pulse' tuvo sus momentos álgidos y sus momentos de bajón. A todos nos enamora Gilmour y su guitarra que llora. Pero a veces puede ser algo más plano y tan calmado, como su alma, y nos alejamos en el show. Pasados los cortes de discos como 'A Momentary Lapse of Reason' o 'The Division Bell', hubo momentazos para clásicos como algunas piezas del mítico 'The Dark Side of the Moon' (sonaron 'Breathe', 'Time', 'Money', 'Eclipse'...) y del 'Wish You Were Here' ('Shine On You Crazy Diamond' o el propio 'Wish You Were Here'). Aunque tuvo un especial feeling la siempre emotiva 'High Hopes', ese temazo dramático que Pink Tones hicieron tan propio gracias a la guitarra española que interpretó Álvaro Espinosa con tanto sentimiento typical spanish.

Sin embargo, aunque la cosa estaba que ardía, The Pink Tones logró certificar su gran actuación tras un cierre épico con un mix de temas de 'The Wall': genial interpretación, rabiosa y con gancho, de 'In the Flesh?', cálida y con gusto para tocar 'Goodbye Blue Sky' o extremadamente explosivos con una maravillosa versión de 'Run Like Hell' y 'Another Brick in the Wall', muñeco del profesor de la peli incluido, todo un recurso habitual en sus conciertos, para los que sean más asiduos a sus conciertos. Cerraron con una genial 'Comfortably Numb', llena de sentimiento y con una escenografía de lujos, luces y efectos de pompas de jabón que llenaron el escenario.

La fiesta no sería posible sin estos 5 genios que se hacen acompañar de lujo por un coro fijo de dos voces femeninas, claves para plasmar la esencia 'floydiana'. Y en cuanto a ellos... ¿qué aportar más? Todo está dicho. Álvaro Espinosa es un crack como persona, algo que se ve en lo que transmite al público y su sencillez, siempre sonriendo, dejando claro que vive y disfruta con la música de Pink Floyd. Completan el grupo el guitarrista y multiinstrumentista -hombre para todo- Pipo Hernández y el bajista Cefe Fernández. Los tres hacen las voces de Floyd, consiguiendo completar todos los registros vocales de la mítica banda: Syd Barrett, Roger Waters y David Gilmour, incluso intercambiando papeles. Merecido recuerdo para el batería Antonio Fernández, algo más que un clon de Nick Mason, y Nacho Aparicio, en el difícil papel de recoger todos los complejos sonidos de la imaginación sin límites del ya desaparecido Rick Wright.

Ellos son como el Equipo A: si tiene la oportunidad de verles alguna vez, no lo vuelva a dejar pasar. Si usted los ve, quizás pueda contratarlos...

- Ficha técnica:
Madrid, 24 noviembre 2012; sala Joy Slava
Hora de comienzo: 20:30; hora de final: 22:55
Teloneros: -

- Músicos:
- Álvaro Espinosa: Guitarra y voz
- Pipo Hernández: Guitarra, voz, coros, percusión, saxo...
- Nacho Aparicio: Teclados
- Cefe Fernández: bajo, voz y coros
- Antonio Fernández: Batería

- Calificaciones técnicas:
Set list: 8
Sonido: 10
Duración: 10
Interpretación: 9
Actitud: 9
Público: 7
Media: 8,8

Nota: 8,5


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