Crónica del festival Be Prog! 2015 (11 julio 2015)

Be Prog Forever

Mesuggah

Texto: Ricardo Collado / Fotos: Dave Garia

Y por fin llegó el momento tan esperado, después de meses de preparativos, anuncios, intensos debates sobre los límites del progresivo y de cambios sobre la bocina el Be Prog se cernía sobre nosotros y una vez más nos disponíamos a disfrutar de una maratoniana jornada con la voluntad de disfrutar al máximo de la oferta musical que teníamos por delante.

Riverside

Inaugurar un festival a las 4 de la tarde en pleno mes de julio suele ser una tarea ingrata, lo normal es que la gente coja posiciones en los lugares no castigados por el sol mientras atiende desde la lejanía la actuación de la banda de turno, por eso es llamativo que la gente se agolpara desde el principio frente al escenario principal para no perderse un detalle de la actuación de Riverside y habla bien a las claras del gran tirón que tienen los polacos. Y estos respondieron con una más que destacada actuación que comenzaron con “Lost (Why should I be frightened by a hat)” de su nuevo disco y con aires a lo Porcupine Tree, siguieron “Feel like falling” y “Hyperactive” en un arranque francamente arrollador, con una gran presencia del bajo de Mariusz Duda. Ya aquí se pudo apreciar lo que sería una constante todo el día, el poco volumen comparado con lo acostumbrado en otros conciertos. Más adelante comentaré con más detalle este punto porque está siendo un lugar común en los comentarios post-festival, pero ya puedo anticipar mi opinión favorable al respecto. Mientras tanto nuestros amigos polacos se encargaron de rematar su gran despliegue con una magnífica rendición de “Escalator Shrine”, consiguiendo el primer triunfo de la tarde.

 

Messenger

Lástima que no pueda decir lo mismo de los encargados de estrenar el segundo escenario, no ayudaba el hecho de que su propuesta musical estuviera muy alejada de mis intereses por lo que era bastante ajeno su obra, aún así estaba expectante por lo que los británicos pudieran ofrecer en directo y aunque el comienzo fue bueno los problemas técnicos sufridos terminaron por desconectarme de una actuación que quizás en otro ambiente sería más efectiva, dadas las características y el estilo de la banda.

 

Ihsahn

Vuelta al escenario principal con uno de los pesos pesados de la jornada, el gurú noruego del metal progresivo que se presentó en el Poble Espanyol sin bajista (ni falta que le hace) y dedicó gran parte de su setlist a revisitar sus dos últimos discos “Eremita” y “Das Seelenbrechen”, cuajó una actuación contundente pero algo irregular sobre todo por algunos problemas de sonido sobre todo en las voces. Aún así temas como como “Pulse” o “The Grave” hicieron las delicias de los aficionados, y todos pudimos disfrutar de las habilidades como batería de Tobias Ornes Andersen, el ex- Leprous es una auténtica apisonadora que robó el show de principio a fin, al menos en mí tuvo ese efecto.

 

Haken

Nunca había tenido la oportunidad de ver en directo a Haken, una de las bandas de mayor proyección de la actualidad, algo más que evidente al ver como mucho antes de acabar Ihsahn no poca gente aguardaba ya frente al templete del segundo escenario a que aparecieran los británicos. El comienzo fue enérgico con “Premonition” y desde el principio Ross Jennings se encargó de buscar la complicidad de la gente bajando en numerosas ocasiones del escenario para dirigir al público desde cerca, que pudo disfrutar de probablemente del mejor sonido del día hasta entonces, contundente y cristalino a la vez. Destacaron sobre todo “Darkest light” y la muy coreada y sorprendentemente pegadiza “Cockroach king”, “Crystallised” sirvió para echar el cierre a una de las actuaciones más celebradas del día.

 

 

Katatonia

Y de un grupo con gran futuro a una banda veterana y consagrada como los suecos Katatonia, quizás no tan rompedores en su concepción del metal como los británicos pero que despacharon un setlist plagado de temazos como “Forsaker”, “Dead letters” o “My twin”, otra vez hubo comentarios sobre el sonido, cuestión de apreciación supongo, porque en ese sentido me pareció una actuación sobradamente contundente, con la melancolía habitual de los suecos pero llena de ritmo y vigor. Como decía antes posiblemente dentro de la vertiente metálica del festival era el grupo más convencional, pero cumplieron su objetivo con creces y contentaron a su fiel audiencia.

 

Vincent Cavanagh

Supongo que todos por aquí conocen las circunstancias de la inclusión a última hora en el cartel y lo sucedido con IQ, por lo que no me extenderé en explicaciones sobre ese punto. Sólo decir que lo del líder de Anathema tiene mérito porque como según él mismo dijo esta era la primera vez que presentaba en directo su set acústico, y la verdad que resultó extraño asistir a ello en medio de un festival lo que inevitablemente provocó un pequeño bajón. No quito méritos en absoluto a su esforzada actuación, simplemente considero que se disfutaría más en la intimidad de una pequeña sala y no en medio de una agotadora jornada de conciertos, pero ya es mucho el esfuerzo que hizo para preparar su actuación con tan poco tiempo, algo por lo que ya es digno de aplauso. Lógicamente su setlist se basó en clásicos de Anathema como “Fragile dreams”, “Deep” o “Distant satellites”, excepto el final con una sorprendente versión de Mau Chao (“Mentira”).

 

Devin Townsend Project

Bien es sabido que Devin Townsend es uno de los músicos más inclasificables e inquietos del panorama progresivo y del metal en general, también es sobradamante conocido que el canadiense no se suele dejar caer por estos lares habitualmente, así pues esta era una ocasión de oro para comprobar de lo que es capaz ofrecer en directo. Destacó desde el principio la cercanía y sencillez del genio canadiense, una especie de empatía inmediata que enganchó al público. Musicalmente fue de lo más destacado de la noche, las canciones ganan contundencia cuando se ven despojadas de los abigarrados arreglos presentes en los discos, destacando por encima de todo la impresionante y operística voz de Devin. Quizás el único punto débil fue que la guitarra de Towsend se tornaba inaudible por momentos, pero la incuestionable calidad de temas como “Rejoice”, “March of the Poozers” o “Kigdom” unido a la solidez de la banda hicieron de este show algo digno de recordar, por no hablar de la simpatía del amigo Devin y sus desternillantes referencias a “el rana Gustavo”, según él mismo lo único que sabe decir en castellano, sin duda todo un maestro de ceremonias que se metió a la gente en el bolsillo con facilidad pasmosa.

 

Leprous

Que Leprous son una de las bandas con más futuro de la actualidad es más que evidente, que salieron reforzados de este BeProg es un hecho, pues el suyo fue más que probablemente el concierto más intenso del día. No había más que ver las primeras filas para darse cuenta de la heterogénea base de fans que se están labrando los noruegos, y eso que el del otro día no fue ni mucho menos un concierto perfecto, Einar arrancó con algún problema de voz y por momentos parecía tener problemas para escucharse entre ellos, pero se sobrepusieron a esos inconvenientes y al final ofrecieron un compacto setlist basado en “The congregation” sin olvidar a su predecesor “Coal”, la receptividad de la gente era total ante temas del calibre de “The price” o “The valley” y el final con la prodigiosa “Forced entry” sonó de auténtica locura. Lógicamente su actuación se me hizo demasiado corta, por lo que habrá que esperar a este próximo otoño en su gira para saciar las ganas de Leprous.

 

Camel

Tengo una batalla con Camel, no soy un gran seguidor del rock más clásico, mis preferencias siempre han ido por otros derroteros, así que ¿cómo puedo decir sin que resulte ofensivo que una leyenda como estos británicos actuaron delante de mí y no pude disfrutarlo?, ¿cómo puedo decir que teniendo con diferencia el mejor sonido de la noche su concierto se me hiciera largo? Me temo que es una cuestión de gustos, porque objetivamente Andy Latimer y compañía ofrecieron una actuación de extrema delicadeza, pero después de venir de un concierto tan intenso como el de Leprous esto supuso una caída de ritmo inevitable, y que conste que jamás criticaré esto pues una de las señas de identidad de este festival es defender la inclusión de todo tipo de música progresiva y deseo que sea así siempre, simplemente yo escribo desde mi muy personal punto de vista metalero. Pero centrándome en el concierto en sí decir que se pudo dividir en dos partes claramente diferenciadas, una primera muy suave y centrada en el “Moonmadness” con temas como “Song within a song” y “Air born” y otra ya casi al final en el que subieron las revoluciones con “Mother road” o “Hopeless anger”, para este momento estaba empezando a entrar en el juego pero lamentablemente llegó el final con “Lady Fantasy”. Vuelvo a insistir, una actuación sencillamente impecable, simplemente me faltó la complicidad necesaria para poder disfrutar de ella.

 

The Algorithm

Poco puedo decir de la actuación de este dúo de origen francés, el cansancio estaba haciendo mella y me fui al lado opuesto para esperar al último plato grande de la noche, pero desde la distancia pude comprobar como el estruendoso dubstep cumplió su cometido y reactivó a la gente para enfrentarse con la actuación del otro cabeza de cartel de la noche.

 

Meshuggah

La jornada había sido agotadora pero aún habría que exprimirse un poco más para recibir a los de Umea, que si por algo destacan es por tener un directo ultraexigente. Tras unos largos minutos de preparación las huestes comandadas por Jens Kidman se abalanzaron sobre “Rational gaze”, al parecer tanta preparación no sirvió de mucho porque al finalizar la canción tanto Kidman como Fredrik Thordendal abandonaron el escenario como una exhalación y durante al menos diez minutos me puede imaginar las discusiones en el backstage, lo que también es una prueba del celo que ponen en el cuidado de su peculiar sonido. Finalmente todo volvió a la normalidad y los suecos pudieron continuar con la descarga, ya con el sonido en perfectas condiciones, aunque aquí también hubo quejas sobre el escaso volumen, y aquí es donde digo que para mí en el debate sobre el volumen me inclino a decir que el que vivimos en Barcelona me parece ideal, por la sencilla razón de que empiezo a estar cansado de dejarme los oídos cada vez que asisto a un concierto de metal, no veo necesario tener un volumen que haga molesta la experiencia de asistir a un concierto; es más, considero que en no pocas ocasiones un excesivo volumen trata de enmascarar una acústica o una mezcla deficiente, por lo que prefiero un volumen moderado pero que permita apreciar todos los matices de la música. Volviendo a los simpáticos Meshuggah, tras la reanudación volvieron un poco a medio gas pero con “The hurt that finds you first” empezaron a ir para arriba a tenor del enorme pogo que se formó en el centro de la pista. Lo de esta gente es digno de estudio, la facilidad con la que despachan temas tan complejos como “Strengah” o “Future breed machine” es increíble, y eso unido a la escasa comunicación con el público hace que puedan pecar de cierta frialdad, pero si comulgas con su estilo las posibilidades de diversión son infinitas. Eso sí, si no participas de ese juego entenderé que se puede hacer pesado, como ese extenso final con la experimental “In death-Is death” y con “Dancers to a discordant system”.

Sin duda un broche de oro magnífico, pues lamentablemente ya no había fuerzas para quedarse a ver la propuesta de Robotporn, habían sido casi doce horas de rock de muchísimos quilates, una experiencia muy exigente desde el punto de vista organizativo pero que salió a pedir de boca, pudimos disfrutar de actuaciones de gran nivel y de artistas que de otro modo sería muy complicado ver en condicione normales, por lo que es de esperar que esta iniciativa se consolide definitivamente y que vaya creciendo con el tiempo, porque si en dos años se ha alcanzado ya este nivel no me puedo ni imaginar lo que nos depara el futuro.


- Ficha técnica:
BE PROG! MY FRIEND FESTIVAL
Poble Espanyol (Barcelona)


Galería de fotos en Facebook, por Dave Garia:


firma ricardo collado