Crónica del festival High Voltage de Londres 2011

High Voltage de Londres Crónica del festival High Voltage de Londres
23 y 24 julio 2011
Calificación: -

:: FOTOS DEL FESTIVAL ::

Crónica del festival High Voltage de Londres
Fecha: 23 y 24 julio 2011
Calificación: -

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Cuarenta años de progresivo

:: FOTOS DEL FESTIVAL ::

High Voltage de Londres Para llegar a Victoria Park, donde por segundo año consecutivo se celebraba en julio el High Voltage, hay que coger el metro desde el centro de Londres en dirección a Epping. Este destino, que no es otro que el de la canción del 'Selling England by the Pound', 'The Battle of Epping Forest', recordaba que por algo Gran Bretaña es la tierra donde nació el rock progresivo y que allí nos esperaba un fin de semana en el que lo viejo y lo nuevo de estas músicas se daban la mano. Y es que después de haber asistido un año al festival, uno aprende una lección importante: no conviene alejarse del Prog Stage cuando un grupo toca, porque allí volvían a juntarse esta vez bandas de los cuarenta -o más- años del progresivo. Desde 'In the Land of Grey and Pink' de Caravan hasta 'We're Here Because We're Here' de Anathema y 'Testimony 2' de Neal Morse, todas tenían algo interesante que ofrecer. Por eso la mejor opción era casi acampar en ese escenario con forma de sombrero de mago, como el año pasado hizo ese noruego que lucía bien alta su bandera, que sorprendentemente este año volvía a hacer de estandarte del escenario progresivo.

Cronica: Miguel Esteban Rebagliato / Fotos: Patricia Herrero (Flickr de la autora>>)

Sábado, 23 de julio

VON HERTZEN BROTHERS (13.30 - 14.00)
Los finlandeses abrieron el escenario progresivo con maestría y la base rockera de sus canciones -sobre todo en 'Let Thy Will Be Done'- consiguió darle a esta segunda edición del High Voltage el comienzo animado que todo festival necesita. Al frente del escenario, los tres hermanos se mostraron muy activos con el bajo y las guitarras y en 'Gloria' demostraron las armonías vocales que son capaces de hacer. A 'Kiss a Wish' le añadieron una breve y emotiva jam y finalmente, después de pedir unos minutos para añadir una canción más a su corta actuación -¡permiso concedido!-, cerraron con 'Freedom Fighter'. Nota: 8,5

AMPLIFIER (14.30 - 15.00)
High Voltage de Londres Las expectativas eran muy grandes tras escuchar 'The Octopus', el disco doble que Amplifier sacó este año, pero su actuación no estuvo a la altura. Abrieron con 'The Wave' y siguieron con 'Interglacial Spell', dos buenas canciones. El problema, pues, no fueron los temas que eligieron sino una cuestión de tiempo. Media hora no es suficiente para meterse en las atmósferas de Amplifier, y tampoco ayudó mucho que las voces no se escucharan al volumen que deberían, con un sonido que, a diferencia del resto del festival, no fue muy bueno. Cuando a partir de las hipnóticas guitarras de 'Interstellar' uno empezaba a meterse en el concierto, concluyeron con 'The Emperor'. Tendría razón un fan que en las primeras filas, con una camiseta de 'The Octopus' -'¿dónde te la has comprado?', era la pregunta lógica-, decía que en sala eran buenísimos. Una pena. Nota: 7,5

High Voltage de Londres

CARAVAN (15.30 - 16.15)
La puntualidad británica lleva a la paranoia. Al volver de una pausa alimentaria diez minutos antes de la hora de comienzo, Caravan ya estaba tocando en el escenario. La revista Classic Rock Presents Prog, responsable del escenario progresivo, prometía que los de Canterbury iban a tocar entero su 'In the Land of Grey and Pink', pero desgraciadamente no fue así. Sí cayó 'Golf Girl', en la que Geoff Richardson, muy animado con su viola durante todo el concierto, protagonizó un extraño y cómico duelo percusivo con el batería de la banda. Los últimos veinte minutos con 'Nine Feet Underground' fueron simplemente espectaculares, con un final apoteósico. 'La veteranía se nota', comentaban con mucha razón algunos.

Entre concierto y concierto no mereció la pena salir a ver unos minutos de Queensrÿche, la mejor opción fue guardar sitio para disfrutar de Anathema, y luego Neal Morse, desde las primeras filas. Porque la única pega que se le puede achacar a la organización fue el tema de los horarios: además del tacaño minutaje, no era posible ver más de veinte minutos del Main Stage entre un grupo progresivo y otro. Nota: 9

High Voltage de Londres

ANATHEMA (16.45 - 17.30)
El de los hermanos Cavanagh fue un concierto perfecto. Con un sonido tan bueno como el del disco, tocaron las primeras cuatro canciones de 'We're Here Because We're Here'. Y Vicent… ¡qué voz! A veces le acompañaba Lee Douglas, la hermana del batería, también con una voz maravillosa. Pero, sin duda, donde más se pudo lucir ella fue en 'A Natural Disaster'. Vincent terminó cantando 'Closer' con un vocoder desde el fondo del escenario y finalmente acabaron con 'Universal', a la que el jefazo sobre el escenario no les dejó añadir otra canción más. Danny Cavanagh estuvo muy cercano y divertido, mientras su hermano Vincent parecía vivir su música en trance, como atormentado. Cada cual tiene su manera de disfrutar la música, pero es evidente que todos los que estuvieron allí pudieron disfrutarla. Nota: 10

NEAL MORSE (18.00 - 19.00)
High Voltage de Londres Si lo de Anathema fue perfecto, lo de Neal Morse no se quedó atrás. Tocó casi todo el disco uno de su 'Testimony 2': después de 'The Truth Will Set You Free' saltó a 'It's for You' y cerró con 'Crossing Over / Mercy Street Reprise'. El sonido también era tan bueno como el del disco y fue capaz de reproducir los arreglos sinfónicos de algunas de sus canciones gracias a la joven y multitudinaria banda que le acompañaba. Aunque no iba con él Mike Portnoy, llevaba dos teclistas, un violinista, un violonchelista y lo clásico: guitarra, bajo y batería. Casi todos se involucraban en el trabajo vocal y gracias a eso pudieron clavar las voces de 'Time Changer'. Lo mejor fue un Neal Morse eufórico, a las voces, la guitarra, los teclados…, más emocionado que nadie con su propia música. En medio de los sonidos orquestales de 'The Truth Will Set You Free' se bajó del escenario y fue corriendo a la mesa de sonido, sin dejar de cantar, a saludar a su amigo Dave -probablemente Dave Meros, de Spock's Beard-. Y en todo momento se mostró comunicativo; antes de cantar 'Jayda', todavía afligido, contó la historia de su hija. Como con Transatlantic el año anterior, Neal Morse se marcó uno de los mejores conciertos del festival.

Bromeaban por ahí que gracias a sus plegarias, salió un sol espléndido en Victoria Park ese sábado. Sea como sea, hizo un tiempo buenísimo durante todo el festival, también el domingo, porque como descubriríamos al día siguiente, Neal Morse todavía seguía por allí. Nota: 10

BARCLAY JAMES HARVEST (19.35 - 20.50)
Entre un grupo y otro dio tiempo a ver unas cuantas canciones de Slash en el Main Stage, y entre ellas cayó 'Sweet Child O' Mine'. De vuelta al Prog Stage y ahí ya estaba tocando Barclay James Harvest. Pese a no sonar mal, su actuación fue bastante sosa y en absoluto convincente. Neal Morse de cabeza de cartel habría funcionado mucho mejor, o quizá Hawkwind o Porcupine Tree, como algunos pedían meses atrás. Aunque probablemente Barclay James Harvest haría las delicias de sus seguidores más acérrimos, pues tocó algunos de los éxitos de la banda como 'Mocking Bird' y 'Taking Some Time On', pero extrañamente no incluyeron 'Poor Man's Moody Blues' en su setlist. Nota: 6,5

Ausencias, despedidas y clones de Steven Wilson

Judas Priest ya estaban tocando cuando terminó Barclay James Harvest. La idea era ir al escenario Metal Hammer y ver a Electric Wizard, pero no eran ellos los que estaban allí con amplificadores y una batería de Rival Sons. Según se comentaba, Electric Wizard no tocaba por la catástrofe de Noruega. "Pero… ¡si ni siquiera son noruegos!', pensaba uno, 'podrían dedicarle una canción a las víctimas, como hizo Anathema con 'Dreaming Light', ¿pero no tocar?". Sin embargo, la cuestión fue que no pudieron llegar a tiempo porque el viaje se les complicó con todo el caos desatado en Noruega.

High Voltage de Londres Otra opción entonces era vagar por Victoria Park como el mendigo de 'Aqualung' -lástima que no dejaran entrar cartones de vino-. Porque lo de Judas Priest, sin ánimo de ofender a sus seguidores, ya parece la despedida de una reunión familiar: se alarga hasta la saciedad y al final acabas volviendo a ver a los que has dado por despedidos -no, los Judas van a seguir haciendo conciertos y discos, sólo dejan las giras mundiales-. Al fin y al cabo, este verano tocan en Madrid, en Wacken y en otros muchos festivales.

Pero la que acabó siendo la mejor opción fue la de marchar al metro, con un curioso fenómeno en el recuerdo; digno de comentar, por supuesto. Y es que, igual que durante décadas han surgido cientos, miles y millones de imitadores de Elvis, en el Victoria Park ese día se dejaron ver varios clones de Steven Wilson -está documentado [imagen adjunta]-. El fenómeno todavía está en una fase embrionaria, pero quién sabe, quizá dentro de unos años seres con gafas y melena corta dominen el mundo. Al verdadero Steven no se le vio por allí, pero a juzgar por lo bien que sonaron Anathema y Caravan, nadie dice que no estuviera por ahí escondido, remezclando su sonido.

Domingo, 24 de julio

PALLAS (13.30 - 14.00)
El domingo llegó el turno del neo-progresivo. Cuando a la una y media la gente entraba al Victoria Park, ya se oían a lo lejos los teclados de los escoceses, sobre los que gira todo su sonido. Su concierto terminó diez minutos antes de la hora prevista, así que, conscientes del desajuste horario -y uno que pensaba que sólo había una hora de diferencia-, lo mejor fue sincronizar los relojes con uno que tenían a un lado del escenario. Durante su escasa media hora, Pallas supo dar un concierto animado, con canciones como 'Monster', y, sobre todo, conectar con su público, que bajo el sol abrasador de ese domingo se congregó frente al escenario progresivo. Un buen concierto, pero nada memorable. Nota: 7

THE ENID (14.30 - 15.00)
High Voltage de Londres En casi todos los festivales siempre hay algún concierto que llama mucho la atención por sus características especiales. Es una de las bazas de Apocalyptica, o de Corvus Corax en sus actuaciones en Wacken, y es que, si ya de por sí hubo formaciones fuera de lo común en este High Voltage -la banda de Neal Morse, sin ir más lejos-, lo de The Enid estuvo más allá de todo eso. Con un cuarteto de viento, una formación de rock clásica y Robert John Godfrey escondido en una esquina del escenario, frente a unos teclados, con sombrero y pajarita, y acompañados en algunas ocasiones por un coro juvenil, descargaron media hora de un rock puramente sinfónico. Y para terminar, el himno de Reino Unido -la que le caería a un grupo por hacer eso en España-. Teniendo en cuenta todo lo que llevaban, el sonido fue bastante claro y escuchar algo tan orquestal en el Victoria Park de buena mañana fue, cuando menos, emocionante. Pero ya se sabe que allí y durante una escasa media hora, la actuación de The Enid era una versión reducida de lo que podría ser y de lo que, de hecho, será el próximo octubre en Birmingham, como anunció Godfrey. Nota: 8,5

High Voltage de Londres

CURVED AIR (15.30 - 16.15)
Desde un primer momento, Curved Air causaron una impresión muy buena, pero todo tiene su explicación. Abrieron con una canción instrumental, en la que la banda, sin apenas miembros de la formación de los setenta, demostró su buen hacer. El violín le daba, además, un toque festivo -curioso, la de instrumentos clásicos de cuerda que pasaron este año por el escenario-. Pero para 'It Happened Today' ya salió Sonja Kristina Linwood, con pintas de pitonisa. No es que tuviera mala voz, y además se mostró bastante simpática, pero se nota que el paso del tiempo no le ha sentado tan bien como a otros. Se despidió con la penúltima canción y volvió a dejar sola a la banda, que cerró el concierto con una canción instrumental. Y, maravillosamente, la sensación inicial volvió. Nota: 7

MOSTLY AUTUMN (16.45 - 17.30)
High Voltage de Londres El optimismo no flotaba en el aire igual que el día anterior en lo que a los grupos más pequeños se refiere. Se hablaba muy bien de Mostly Autumn, pero a uno le entraban los prejuicios: ¿no será uno de tantos grupos que se dedican a hacer música con cantante femenina y pretensiones sinfónicas? Poco a poco la sensación se fue disipando. Repasaron varios discos de su ya dilatada carrera, con temas como 'Evergrey', 'Deep on Borrowdale' o 'Heroes Never Die' para cerrar. Y en sus canciones el grupo tenía partes instrumentales intensas y emocionantes. Ya sólo por su guitarrista, Bryan Josh, y sus melódicos solos mereció la pena ver a Mostly Autumn. Nota: 8

High Voltage de Londres

SPOCK'S BEARD (18.00 - 18.45)
Desde luego, éste iba a ser un concierto poco común de Spock's Beard. Primero por lo más evidente: Nick D'Virgilio no iba a poder asistir por sus compromisos con el Circo del Sol y en su lugar iba a estar, a las voces y ocasionalmente a las guitarras, Ted Leonard (Enchant), quien consiguió cumplir con el papel sin ningún problema. Pero lo que sobre todo hacía excepcional este concierto era la posibilidad de que Neal Morse decidiera subirse al escenario con su hermano, nueve años después de la ruptura. Empezaron con 'On a Perfect Day', siguieron con 'The Doorway' y sólo en la tercera canción se acordaron de su último disco, con 'The Emperor's Clothes'. Era impresionante estar delante de Ryo Okumoto, virtuoso a las teclas; menuda marcha llevaba -para que luego digan de los asiáticos, ejem-. El tiempo se acababa ya, pero Neal Morse acabó por salir al final de 'The Light', en la parte del Catfish Man. Cerró el concierto, acústica colgada, cantando 'June'. Emotivo es un adjetivo que se queda corto para describir cómo fue aquello. Nota: 9

High Voltage de Londres

JETHRO TULL (19.20 - 20.35)
Éste sí que fue un cabeza de cartel como tocaba. Con esos horarios tan mal diseñados -pierde credibilidad el lema del festival: 'Custom built by rock fans, for rock fans'-, se podía ir a ver unos minutos de los atractivos Black Country Communion, pero para el poco tiempo que suponía, la mejor opción fue quedarse en la primera fila esperando a Jethro Tull. Y mereció la pena sólo por ver las piruetas y las gracias de un Ian Anderson que con 64 años todavía conserva su alma de bufón. En el terreno de lo musical, Jethro Tull siguen siendo también un acierto, aunque la voz de Ian Anderson se haya vuelto más nasal con el tiempo. Después de abrir con 'Living in the Past', sorprendieron en la segunda canción con una versión reducida de 'Thick as a Brick', uno de sus 'excesos  progresivos', en palabras del propio Ian Anderson. La mitad de su repertorio se basó en 'Aqualung', que ahora cumple 40 años, y así tocaron 'Mother Goose', 'Hymn 43' y 'My God', con su increíble solo de flauta. Como era de rigor, cerraron con 'Aqualung'.

¿Y 'Locomotive Breath'? Salieron a tocarla en un bis, con Joe Bonamassa sobre el escenario, en una increíble jam final en la que se las vio con la flauta de Ian Anderson y la guitarra de Martin Barre. Pudiendo ver eso, a nadie le importó que Dream Theater en el Main Stage hubieran empezado a tocar quince minutos antes. Nota: 9,5

DREAM THEATER (20.20 - 22.20)
High Voltage de Londres Cuando Ian Anderson se despidió, 'tocaba correr', como dirían nuestros Jethro Tull españoles. Al llegar al Main Stage, Dream Theater tocaba la parte final de 'Endless Sacrifice', con Jordan Rudess y su teclado colgante al frente del escenario. Las expectativas no eran muy altas después de lo que se había dicho de ellos últimamente y uno esperaba encontrarse un concierto soso y sin emoción, a Myung en su máxima -¡mínima!- expresión. No fue así. Es cierto que costó meterse en un concierto ya empezado, en el que las escalas se multiplicaban respecto al acogedor escenario progresivo. Tampoco ayudó que Mangini, perfectamente integrado en el grupo y excelente en su labor, se pusiera enseguida a hacer un largo solo de batería. Pero no hay que olvidar que, aunque el setlist que están tocando este verano sea muy irregular y sus últimos discos quizá no tengan la calidad de los anteriores, Dream Theater nunca da un mal concierto.

La canción nueva de la banda, 'On the Backs of Angels', dejó un poco indiferente, pero no algunos clásicos que habían tocado antes, como 'Peruvian Skies' o 'Caught in a Web'. La cosa empezó a ponerse verdaderamente emocionante cuando volvieron al 'Metropolis' con 'Through My Words' y 'Fatal Tragedy'. Eligieron para el supuesto cierre 'The Count of Tuscany', probablemente la mejor canción que han hecho en los últimos años. Puede que sean sosos, pero no engañan a nadie cuando se van casi sin despedirse, así que era bastante obvio que había un bis y, teniendo en cuenta con lo que estaban cerrando este verano, las dos opciones eran alucinantes: o 'Metropolis' o 'Learning to Live'. Jordan Ruddess empezó a tocar esa introducción de teclado tan característica y 'Learning to Live' fue el cierre perfecto para estos dos días de progresivo. Nota: 9

Epílogo

La música se había acabado y era la hora de coger el metro, esta vez en la dirección opuesta a Epping. Todos marchaban cabizbajos, pensando en lo que les esperaría mañana, algo muy alejado de la buena música que había salido ese fin de semana del Victoria Park de Londres. Pero en la memoria todavía sonaban las guitarras de 'Interstellar', las armonías vocales de 'Time Changer' y las etéreas voces de 'Thin Air'; las estrofas de 'Thick as a Brick', el teclado de 'Learning to Live' y el estribillo de 'June', de un Neal Morse inmenso. Y sobre todo, en el silencio de nuestra sordera, se oía el peculiar sonido de un Hammond, a lo lejos aullando.

High Voltage de Londres

- Lo mejor del High Voltage:

1. Neal Morse, en solitario y en sus dos canciones con Spock's Beard
2. Anathema y las voces de Vincent Cavanagh y Lee Douglas
3. Cerrar el festival con 'Learning to Live'
4. El final de Jethro Tull con 'Aqualung' y 'Locomotive Breath' (Joe Bonamassa en el escenario)
5. La banda de Neal Morse y las voces de 'Time Changer'
6. 'Nine Feet Underground' de Caravan
7. Las caras de Ian Anderson, sus bailes y el solo de flauta de 'My God'
8. Ryo Okumoto a los teclados
9. La energía con la que Von Hertzen Brothers abrieron el festival
10. El acogedor escenario progresivo, con forma de sombrero de mago

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Miguel Esteban RebagliatoMiguel Esteban Rebagliato / Fotos: Patricia Herrero
Julio 2011

>>Galería de fotos del High Voltage 2011, por Patricia Herrero:

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