El blues tiene nombre de Joe

Concierto de Joe Bonamassa en Madrid
Fecha: 2/6/2009, 21:00h.
Calificación:

Concierto de Joe Bonamassa en Madrid
Fecha: 2/6/2009, 21:00h.
Calificación:

___________________________________________________________________________


El blues tiene nombre de Joe

Pablo M. Beleña (Fotos: Dave Garia)

Asombrante y 'erizante' concierto. Una noche increíble y mágica en un mal recinto, todo hay que decirlo, en la que este aspirante al olimpo de los guitarristas se hizo un hueco entre los dioses de las 6 cuerdas por una noche. Dejó boquiabiertos al millar de asistentes en la Sala Arena-Heineken madrileña y Portal Esquizofrenia fue testigo de sus alucinantes artes.

 Mi compañero y fotógrafo de Esquizofrenia, Dave, íbamos con expectación a este concierto. Era la primera vez que veíamos a Joe y quedamos endiosados de este mago de las mil guitarras, bluesy de corazón pero con alma heavy. De hecho, estamos deseando ver el siguiente concierto que dé en nuestro país. No decepcionará a nadie, os lo aseguramos.

En poco más de 2 horas Bonamassa y sus chicos, buenísimos músicos todos, repasaron los mejores temas del artista y levantaron la sala con ovaciones muy sentidas. Y es que por momentos las lágrimas se le saltaban al personal. No sólo por el sentimiento que transmite con su guitarra en clave más blues, sino por la increíble técnica que posee, un talento nada desaprovechado y un don especial para comunicar con el público.

Nada que reprocharle, pero sí aconsejarle que presuma más de acompañantes, ya que su batería era un mago de las baquetas y sonó de forma majestuosa. Su bajista es más que correcto y su amigo australiano de los teclados maravilló con su piano Hammond. De hecho, ni les menciona en la web oficial.

 Pero ése no es ahora el tema. Hay que decir también que Bonamassa no es sólo un músico de blues. De hecho hace blues-rock y no dejó de sacar cuernos a los más heavys durante el concierto, ya que cuando aceleraba un poco su guitarra y sacaba los sonidos más duros el público enloquecía. Al final, regalos para todos en clave sonora: pequeños extracto de clásicos de blues-rock y hard-rock como Deep Purple -se oyeron pasajes de 'Stormbringer' y los vibratos de guitarra de Blackmore en 'Mistreated'- o Black Sabbath -se escuchó por momentos el 'Iron Man'-. Pero Joe se centró en guiños a Led Zeppelin, imitando continuamente el estilo de Page a la guitarra y finalmente regalando pasajes de 'No Quarter' y 'Dazed and Confused'. Todo hay que decirlo, fue lo más aplaudido de la noche.

Pero para nada quiero insinuar que se apreciara más el 'tributo' a los mitos que a la factura propia. Con su 'Woke Up Dreaming' (vean un ejemplo de otro concierto y entenderán) levantó a la gente y dejó muchas bocas abiertas, soltando baba. Y es que sacó su acústica para no parar de sacar sonidos de española-flamenco, rock, blues e incluso heavys a una guitarra que sonaba como ninguna. Su técnica, increíble. Su velocidad, muy poco igualable hoy en día. Es un mago.

 Sólo podemos decir que se ganó al público también por sus dotes de relaciones públicas, y eso sin hablar demasiado. Joe es callado, buen yanqui, pero con ese don especial de atracción. Sus poses a lo Satriani en los momentos cúspide de cada canción enloquecían a todos y disparaba los flashes, casi en cadena. Y por no hablar de los bonus. Cerró la noche con su 'Asking Around' pero de manera escalofriante. Y digo escalofriante porque a la gente la dejó sin palabras, con la piel de gallina y los pelos erizados. Primero, porque en plena faena de ese último tema, dejó de hacer sonar las cuerdas para hacer vibrar y alargar la nota que pulsaba en el mástil. Como casi nadie lo advirtió, mandó silencio. La gente, algo perdida, fue callándose progresivamente y entonces se podía escuchar cómo hacía hablar a su querida guitarra eléctrica. Impresionante.

Pero hubo más en ese cierre musical: continuó la letra apartándose del micro, pidiendo silencio de nuevo al graderío, y se le podía escuchar a propia voz sin ayuda de la tecnología, con todos los instrumentos sonando. Joe no será un gran cantante, de leyenda, pero es muy bueno y dejó asombrado por su forma de cantar, por el manejo del potencial que tiene. Y, por supuesto, dejó a todos grabado un mensaje: Bonamassa está en el olimpo, sí, de los mejores guitarristas del mundo. ¡Ave, Joe!

Pablo M. Beleña
Junio 2009

Agradecimientos: Gracias a Alfono Cito de Big Time Music y Ana Laballo de Laballo Comunicación por el trato recibido y acordarse de nosotros, como en anteriores ocasiones.



Bookmark and Share