Con su humor habitual los ingleses han anunciado dos fiestas
de Navidad para este año. Tocarán en el De Boerderij en Zoetermeer, Holanda, el
7 de diciembre, y su tradicional concierto en el O2 Irlington Academy el día
después.

La doble celebración concluye un año de gira interpretando
la versión en directo del álbum de 1997, Subterranea, pero Mike Holmes, su
guitarrista, admite que estará contento de tocar el concierto final en The Met,
Bury, este 10 de noviembre. Comenta que “estoy orgulloso de lo que hemos
logrado con el espectáculo de Subterranea: una gran producción con un
presupuesto pequeño. Fue maravilloso retomarlo después de quince años y suena
realmente fresco, pero para ser honesto, yo estoy contento de que le pongamos el
cierre definitivamente. Está muy bien pensar en el último concierto que vamos a
tocar en la gira, igual que cuando hicimos el primero, y es un sentimiento muy
bueno saber que se vendió en su totalidad dos meses antes. Pero lo que de
verdad quiero hacer es trabajar en el nuevo álbum”.

El proyecto no se ha desarrollado como para que Holmes
desvele alguna pista, pero IQ han desarrollado unos treinta minutos de música
nueva hasta la fecha. Asegura que “nos vamos a concentrar únicamente en el
proceso de composición los próximos dos meses del año que viene. Probablemente
tocaremos un puñado de conciertos en abril, lo justo para probar algo de lo
nuevo en directo, y el plan es comenzar a grabar hacia el verano. IQ somos
conocidos por dejar que los plazos se duerman, pero es que prefiero
tener la música correcta que grabar algo simplemente por cumplir una fecha”.

Haciendo un balance de un año muy atareado, Holmes distingue
dos puntos. “Fue muy importante llevar Subterranea a América, fue un triunfo sobre
la adversidad. Todo lo que podía ir mal fue mal. Nuestro teclista y batería
aterrizaron en los Estados Unidos dos horas antes de que saliéramos a actuar, y
tuvieron segundos para programar el equipo alquilado. No obstante fue una gran
actuación. Pero lo más destacado fue tomar parte en la mesa redonda en los
Progressive Music Awards. No es algo que haya hecho anteriormente, y tengo que
decir que me lo pasé de lo lindo”.

Holmes está remezclando el primer álbum de IQ, Tales from
the Lush Attic, que cumple treinta años el año que viene, y dice que no ha
tenido tiempo para considerar qué es lo que sus seguidores esperan de las
juergas de Navidad: “no tengo ni idea, aparte de las varitas luminosas y las
alas, naturalmente. Somos conocidos por hacer versiones cursis en los bises.
Siempre he querido hacer ‘Boobie Wonderland’, con toda la ropa, por supuesto,
pero creo que es muy poco probable que tengamos tiempo para descubrir el funk
antes de Navidad. Lo bueno es que este año tocaremos dos conciertos. Volver de
Holanda a Londres a tiempo para el segundo concierto va a ser interesante.”