Manning - 'Margaret's Children' (7 noviembre 2011)

El increíble árbol genealógico musical

Manning - 'Margaret's Children' (7 noviembre 2011)
Sello: Festival Music
; País: Reino Unido; Calificación: Calificación: 7,5

Manning - Margaret's Children
1.- Fleming Barras (1645 - ----) [The Year Of Wonders] (09:49)
2.- Jorgen Barras (1834 - 1900) [Revelation Road] (05:10)
3.- Amy Quartermaine (1862 - 1916) [A Perfect Childhood] (17:05)
4.- Harriet Horden (1912 - 1955) [A Night At The Savoy, 1933] (05:05)
5.- James Fairfax (1922 - 1945) [An Average Man] (06:31)
6.- Amelia Fairfax (1926 - 2010) [Black Silk Sheets Of Cairo] (07:57)
7.- David Logan (1967 - 2022) [The Southern Waves] (06:10)
Duración total: 1:00'27''

Músicos:
- Guy Manning: Voz solista, guitarras, teclados, mandolina, bouzouki, bajo, batería, percusión
- Chris Catling: Guitarra eléctrica, coros
- Kev Currie: Guitarra eléctrica, coros
- Steve Dundon: Flautas
- Kris Hudson-Lee: Bajo
- Julie King: Coros, voz solista en pista 4
- Tim Leadbeater: Piano
- Ian ‘Walter’ Fairbairn: Violín
- Kathy Hampson: Cello
- John Kennard: Darbuka, coros
- Mark Woodward: Violín
- Marek Arnold: Clarinete, Saxos
- Leon Camfield: Percusión

Género: Neo-progresivo.
Grabado en 2011.
Producido por Guy Manning.


guy-manningDesde que empezó su carrera en solitario hace 12 años, el compositor y multiinstrumentista Guy Manning prometió hacer un álbum al año. Fiel a su promesa, el pasado noviembre lanzó su trabajo anual, un nuevo álbum conceptual continuación de su trabajo del 2006 'Anser's Tree'.

La original idea de este concepto se basa en asignar cada tema del disco a un miembro destacado de una larga genealogía que transcurre entre 1645 y el 2022. Cada pieza musical cuenta rasgos de la historia del personaje en cuestión y desarrolla una composición en función de su historia, personalidad y época en la que vivió. Con la habitual riqueza instrumental de las producciones de Manning disfrutaremos, no solo de los instrumentos habituales en toda banda de rock progresivo, sino también de una amplia variedad de registros, especialmente vientos, cuerdas, metales y algo de percusión. Otra de las características destacables de Guy Manning es su admirable dominio de la melodía, obsequiándonos con frecuentes pasajes llenos de armonía y belleza.

En el lado negativo, decir que quizás su compromiso de editar un álbum al año resulta contraproducente a efectos de calidad, algo que lamentablemente se nota de forma especial en lo que respecta a la producción de sonido. Está claro que hablamos de producciones modestas, hechas con todo el amor y la ilusión del mundo, pero también con limitados recursos técnicos. Guy Maning montó un pequeño estudio en el garaje de su propia casa con el fin de llevar a cabo sus proyectos, algo que sin duda alguna merece todo el reconocimiento y un premio al triunfo de la voluntad y la constancia; pero al mismo tiempo, supone como es lógico una limitación de calidad al producto final que pienso  desmerece tan enorme y destacable trabajo. Tengo además la impresión de que el propio Guy Manning busca de forma deliberada 'aplanar' un poco su sonido para hacerlo más similar al de muchas de las bandas de los años 70, porque la sensación que nos queda al escuchar sus obras es precisamente esa, que estamos escuchando álbumes editados hace más de 30 años en lugar de grabaciones del siglo XXI.

Personalmente, ya que soy todo un maniático del buen sonido, me encantaría que las producciones de Manning tuviesen una mejor calidad en ese aspecto, algo que realzaría unas composiciones de por sí ya notablemente buenas. Echo de menos un sonido de batería más potente y nítido, una mayor presencia que ayudase a definir de forma más clara los amplios matices de los diferentes instrumentos… En suma, Manning necesita (y merece) una labor de producción que realce la calidad final de un producto ya de por sí magnífico.

Dejando de lado el aspecto sonoro y entrando más detalladamente en lo musical, en este 'Margaret's Children' podemos encontrar una miscelánea muy variada a lo largo de sus escasos 7 temas. Lo mejor de la obra lo tenemos al comienzo y al final, con los temas 1 y 7, en mi opinión los mejores de todo el álbum con diferencia destacada sobre el resto. Una forma muy inteligente de hacer que un producto llegue a la audiencia, cautivando desde el principio y dejando al final un buen sabor de boca al oyente. Así, el corte inicial, 'The Year of Wonders', es un tema muy bien construido, con un ritmo alegre que atrapa desde el principio y una bellísima parte central melódica con una rica instrumentación. Es normal escuchar todo tipo de instrumentos en los álbumes de Manning, pero es quizás en este 'Margaret's Children' donde ha desarrollado de forma más amplia el uso de flautas, clarinetes, saxos y violines. Como para dejar buena constancia de su capacidad compositora a la hora de  integrar de forma magistral toda esta instrumentación, este primer tema contiene un movimiento central donde se alternan todos ellos, siendo guiados por el piano, para dar paso a un órgano tipo Hammond que nos devuelve a la parte rítmica, genialmente acompañada por una flauta bastante tulliana. Un comienzo de absoluto sobresaliente.

Si su disco anterior, 'Charlestown', se había convertido en la absoluta obra maestra de Manning, este nuevo Margaret's Children empezaba  con serias aspiraciones de superar a su antecesor. Lamentablemente pronto descubrimos que el resto de temas del disco, a excepción del último, no van a estar a la altura de lo esperado. 'Revelation Road' es un tema que no tiene absolutamente nada de progresivo y que uno está deseando que acabe de una vez. Se trata de un intento de simular un estilo de blues muy rural, mezclado con un toque country muy sureño, música típica de iglesia estilo protestante o metodista, extremadamente anodina.

El tema 3, dedicado al personaje de Amy Quatermain, 'A Perfect Childhood', es la suite de la obra, con sus ambiciosos 17 minutos de duración. Lamentablemente, le sobran minutos ya que la extensión de la misma se logra a base de repetir una y otra vez los mismos bloques. Hacia la mitad del tema introduce un fraseo de flauta que debió gustarle mucho porque lo repite hasta la saciedad, es una pena que, con la cantidad de ideas musicales que ha demostrado siempre tener, Guy Manning tropiece de una forma tan torpe con este tema. Hubiera sido un buen tema si lo hubiera reducido a unos 10 minutos de duración  eliminando tanta repetición innecesaria. No es un mala canción ni mucho menos, pero Manning ha demostrado ser capaz de hacerlo muchísimo mejor, por eso este Amy Quatermain nos deja una sensación agridulce. Ni vence ni convence.

El corte 4 es el tema más fuera de onda de todo el disco. 'A Night at the Savoy' es simplemente una cancioncita típica de sala de fiestas americana de primera mitad del siglo XX. Absolutamente nada que destacar en ella, muy jazzy y aburrida, gustará a los amantes de este tipo de cancioncitas swing tan groovies, pero a mí me parece totalmente fuera de lugar con respecto al resto de la obra.

Manning - Margaret's ChildrenSeguimos con el tema dedicado a James Fairfax, 'An Average Man' (un hombre del montón), y como si quisiera confirmarlo haciendo honor a su nombre, resulta una canción sin nada destacable, que lo mejor que tiene es que acaba tras seis larguísimos y anodinos minutos.

A estas alturas de la obra ya nos hemos olvidado por desgracia del brillantísimo comienzo con el que nos sorprendió,  por culpa desgraciadamente de una serie de temas mediocres y sin nada destacable que aportar. El tema 6, 'Black Silk Sheets of Cairo', dedicado a Amelia Fairfax, nos devuelve algo de calidad con una curiosa mezcla de toques de música árabe y un desarrollo musical que derrocha influencias muy camelianas, todo ello integrado con el buen gusto que suele desarrollar Guy Manning. No es tampoco un tema demasiado brillante, pero destaca claramente ante la mediocridad de los precedentes.

Y llegamos a 'The Southern Waves', el séptimo tema que clausura de forma brillante esta curiosa genealogía musical. Tras atravesar los grandes altibajos que nos ha proporcionado la escucha de 'Margaret's Children', este tema nos conduce al mejor momento de toda la obra. Regresamos a bellísimos pasajes melódicos, genialmente llevados por piano, flautas, saxos y violines, y la inconfundible voz de Guy Manning, muy bien acompañada en los coros.  Todo ello nos va transportando lentamente hacia ese sublime solo final de guitarra, realmente épico, impactante y cautivador. Una impecable forma de dejarnos con un buen sabor de boca y de cerrar un disco que podría haber sido una obra maestra, pero que quedó reducida a un interesante conjunto de luces y sombras.

Luces muy brillantes, en efecto... pero a la vez sombras demasiado pálidas.

 

Puntuación: 7,5/10  Calificación: 7,5

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http://www.alsoeden.com

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