Neal Morse - 'Lifeline' (2008)

 Crítica de 'Lifeline'
1-oct-2008
Autor: Javi Moreno
Calificación:

Crítica de su reciente DVD: 'Sola Scriptura & Beyond'

¿Quién duda del límite de la
creatividad de Neal Morse?

Neal Morse - 'Lifeline' (1 octubre 2008)
Radiant Records/SPV
Calificación:

 Crítica de su reciente DVD: 'Sola Scriptura & Beyond'


1. Lifeline
2. The Way Home
3. Leviathan
4. God's Love
5. Children of the Chosen
6. So Many Roads
     I. So Many Roads
     II. Star for a Day
     III. The Humdrum Life
     IV. All the Way to the Grave
     V. The Eyes of the Saviour
     VI. So Many Roads Reprise
7. Fly High

Duración total: 69'35

Músicos:
- Neal Morse: Teclados, guitarras y voz
- Mike Portnoy: Batería
- Randy George: Bajo

Invitados:
- Paul Gilbert: Guitarra en 'Crazy Horses', del CD Bonus
- Paul Bielatowicz: Guitarra en 'Fly High' y en 'Lemons Never Forget' (CD Bonus)
- Collin Leijenaar: Batería en 'Set the Kingdom' (CD Bonus)
- Carl Groves: Coros en 'Lifeline', 'The Way Home', 'Children of the Chosen' y 'So Many Roads'
- Jonathan Willis: Cuerda en 'The Way Home', 'Eyes of the Saviour' y 'Fly High'
- Jim Hoke: Saxo en 'Leviathan'y 'The Humdrum Life'
- Ivory Leonard y Danielle Spencer: Coros en 'So Many Roads'

Grabado en 2008
Género: Neo-prog
Producido por -

______________________________________________________________________

No han pasado todavía ni cuatro meses desde que presentaba su flamante nuevo DVD, cuando Neal Morse regresa a la actualidad discográfica con una nueva obra bajo el brazo, y en esta ocasión, de nuevo con Mike Portnoy y Randy George como compañeros. Parece ser que la cabeza de este hombre es un volcán de ideas, en constante erupción, y que no puede reprimir.

 Y es que, hasta ahora, había tocado todos los palos dentro del mundo progresivo: el rock experimental y atrevido de su primera época con Spock's Beard; una segunda etapa algo más metálica; el sinfónico; algo de psicodelia (muy diluida, eso si) también en sus inicios solitarios; el rock atrevido de Transatlantic; o la dureza y agresividad de su ultima obra...

Bien, pues en esta ocasión, y a lo largo de siete extensos temas (tan solo uno de ellos baja de los 5 minutos), da rienda suelta a todas sus influencias, gustos y estilos, para relatar una vez más el viaje de su vida, pero de un modo mucho más alegre y esperanzado que en su anterior obra.

El inicio, con el tema título, es relajado, con un emotivo piano, que al breve desemboca un ritmo dinámico, guiado por teclado y sintetizador, muy en la onda Spock's Beard (no en vano, el mismo asegura que procede de las sesiones de su disco 'V'). Es un corte que destila alegría y energía, que por momentos recuerda a Yes, y en el que, como cabe esperar, a nivel vocal se muestra impecable, con unas maravillosas voces dobladas en el estribillo y la precisión guitarrera habitual.

Con 'The Way Home' explora su pasado, y lo que le ha conducido a ser lo que hoy en día es. Mucho más íntima, se mueve en derroteros más tranquilos y acústicos. 'Leviathan' sin embargo, desata su lado más frenético y, por que no decirlo, heavy, con un sonido de guitarras oscuro y más cercano al metal, pero al tiempo acompañado de una sección de viento puramente jazz o elementos tan poco habituales como el xilófono, que te atrapa (preparaos Gentle Giant-maníacos).

 La ya esperada pieza mística nos llega con 'God's Love', muy espiritual y de nuevo casi completamente acústica, pero no exenta de dinamismo y ligereza. 'Children Of The Chosen' es puro universo Beards. 'So Many Roads' es sin duda la pieza fundamental del disco. Sus casi 29 minutos, dividida en seis secciones, así lo atestiguan. Con un estilo ambicioso y cada vez más diversificado, es un viaje épico que relata la vida de Neal y, de algún modo, se puede entender como su propia biografía, tanto emocional como musicalmente, pues toda su trayectoria como músico esta aquí presente.

Por último, para cerrar, 'Fly High' vuelve a transitar por terrenos más intimistas, que no pesimistas, pues si hay algo que transmite este tema es lo contrario, optimismo puro, todo ello con reminiscencias de rock ochenteno (el solo central es magnífico) y a la vez un tratamiento muy beatleliano en la voz (muy presente, como casi siempre, en todo el álbum).

Si a estas alturas no quedas enganchado por la propuesta de Neal Morse, definitivamente no sigas intentándolo. Yo, personalmente, me rindo una vez más a la labor compositiva, creativa, interpretativa y musical del que para mi es uno de los más geniales músicos contemporáneos. Si además se hace acompañar de dos monstruos interpretativos como son George y el cada vez más polifacético Portnoy (muy alejado aquí de su virtuosismo técnico habitual), el resultado es una nueva obra imprescindible para nuestra discoteca particular.

Puntuación: 8,5/10

Javi Moreno Vega
Octubre 2008

 Crítica de su reciente DVD: 'Sola Scriptura & Beyond'