Opinión sobre el concierto de Dream Theater del jueves en Madrid, por Javi Moreno Vega

A la vista de los acontecimientos, de la marea de comentarios, opiniones y revuelo generados tras el concierto de Dream Theater en Madrid el pasado jueves 16 de enero, y habiendo dejado pasar un tiempo prudencial (sobre todo por respeto a las otras dos ciudades estatales que iban a disfrutar de la actuación de los neoyorkinos), creo que ahora es buen momento para analizar "el todo" que rodeó al show, con la perspectiva y los ánimos más calmados.

Cronica 04En general, como casi todo en esta vida, no es bueno categorizar ni posicionarse en los extremos. Ni todo fue tan malo, ni mucho menos todo fue bueno. Creo que al menos en eso si que coincidiremos la mayoría. Por eso, me gustaría hacer el siguiente análisis de modo independiente, separando los aspectos musicales de los técnicos, diferenciando el contexto "social" del "artístico", y sobre todo intentando alejarme todo lo posible de la perspectiva del "fan" (ninguno de los allí presentes estábamos obligados, así que en mayor o menor medida partimos de la base de que Dream Theater son un grupo al que seguimos con un mínimo de interés y fervor).

Dicho esto, empezaré con lo que considero raíz y principal motor del desafortunado concierto, que no es otra cosa que el aspecto técnico y organizativo. Posteriormente, intentaré dar mi opinión sobre el plano musical y artístico.

Organización

Sin lugar a dudas, de lo peor de la noche. No son aceptables, insisto, bajo mi punto de vista, situaciones como las ocurridas. Por supuesto que puede haber imponderables que escapen al control humano, que causen un perjuicio al desarrollo de un evento. En este caso fue un retraso en el montaje del escenario, con todo lo que después supuso: entrar hora y media más tarde, montaje técnico y escénico incompleto, incidencias técnicas durante el concierto, recorte del tiempo de actuación, etc.

Bien, todo esto es algo que puede pasar. Mala suerte. Tendrá sus responsables, pero una vez que sucede no hay forma de evitarlo. Pero en muchas ocasiones, lo que no se puede evitar al menos se puede paliar. Y con esto me refiero a que lo especialmente sangrante es que aun a día de hoy no hay nadie, insisto, nadie, que haya dado la más mínima explicación al respecto. Es más, el momento de dar las explicaciones habría sido en el propio concierto, independientemente de si a posteriori se hace una nota o comunicado más detallado. No vas a evitar lo inevitable, pero al menos no dejes que el público (que no olvidemos que es por quien estás ahí) se sienta maltratado. Todas las explicaciones recibidas cuando estábamos esperando a acceder al recinto fueron sendos cortantes, secos y rancios "no sé", cuando cuestionamos al personal promotor sobre el porqué del retraso.

Mención especial merece el hecho de decidir cerrar la grada y trasladar a pista a todos aquellos que disponían de esas localidades. Lo que a priori iba a ser un show bajo el formato "An Evening With... Dream Theater", hizo que mucha gente eligiera la posibilidad de tener una localidad en la que relajar las piernas de vez en cuando, dado lo extenso de su duración. Eso por no hablar de quien acudió con menores de edad, que con buen criterio elige una grada en vez de pista. Independientemente de si es adecuado o no acudir a este tipo de eventos con niños, en el momento en que la posibilidad existe hay que atenerse a ella. No hay más. Pero si además del trastorno que pueda ocasionar el cambio hay que sumar que la localidad de grada no es válida para acceder al recinto y se debe canjear en el momento del acceso por una de pista, el perjuicio es aún mayor. Por este motivo mucha gente acabó entrando todavía más tarde de lo que ya supuso el retraso de por sí. No olvidemos que ese retraso motivó que no se esperara a que el público hubiera accedido totalmente a la plaza, y que el concierto empezara con gente aun en la calle esperando para entrar. Epic fail, cuando apenas tienes 1.500 personas como asistentes. Al menos alguien pareció compadecerse un mínimo con los que llevaban tiempo bajo el frio, esperando a acceder, y dejó que se empezara a entrar al recinto hasta donde la capacidad del hall previo al coso permitía. Lástima que solo diera para un par o tres de cientos de personas, y el resto siguiera a la intemperie.

Recalco, antes de pasar a otro punto, la conveniencia de una explicación o comunicado al respecto, porque ante todo está el beneficio de la duda, y no quiero caer en culpabilizar frívolamente a nadie. Pero hasta que eso se produzca, lamentablemente la organización se lleva un suspenso muy serio, por los hechos y por la omisión de explicaciones.

Aspectos Técnicos

concierto dt 2Partimos de la base que, con el retraso acumulado, toda la parte técnica del concierto también ha sufrido un duro revés, y que las prisas han hecho que no todo haya sido montado de la manera más cómoda, que las pruebas y chequeos previos al concierto se realizaran a matacaballo, etc.

Bueno, vale, de acuerdo... Pero avísalo. A día de hoy, la mayoría de los asistentes conocía el setlist tocado en Oporto la noche anterior. Youtube proporcionaba al menos una decena de vídeos, entre los que se incluía el inicio de show y su apertura con la intro y el vídeo proyectado sobre el telón que cubría el escenario. También se podía ver cómo, durante el resto del show, en la inmensa pantalla led que presidía el fondo del escenario se proyectaban videos e imágenes que acompañaban al espectáculo. Cuando todo esto brilla por su ausencia en el concierto que estás presenciando, te sientes un poquito estafado. Como poco defraudado. Y es que eso es lo que contemplamos los asistentes a Madrid, un inicio con un telón blanco y el recinto iluminado mientras sonaba la intro, una banda cariacontecida cuando el telón cayó y atacaron "The Enemy Inside", y continuas imágenes de directo del propio show, tomadas con las cámaras repartidas en grada, escenario e instrumentos, respectivamente. Imágenes que por cierto llevaban cierto desfase con el tiempo real, muy notable cuando pinchaban el teclado de Rudess, por ejemplo. O que enfocaban a la nada, como la situada sobre la batería de Mangini, que solo mostraba la parte delantera del kit y pocas veces permitió contemplar la pegada del batería.

He podido leer opiniones que hablaban de técnicos propios de la banda, o técnicos locales contratados... Sinceramente, me parece tan ridículo como hablar de hadas o gnomos. Sean de aquí, de allí, o de Tombuctú, se trata de profesionales que (se presupone) deberían tener experiencia sobrada en este tipo de eventos y espectáculos, como para saber cómo funcionan los equipos que se van a manejar. Vamos, trabajadores que saben hacer bien su trabajo, a fin de cuentas. Y eso afecta directamente a fallos tan sustanciales como los anteriormente comentados.

Sin embargo, no con esto quiero decir que no pueda haber incidencias. Que la intro se cortase por dos veces, que los miembros de la banda hicieran continuas indicaciones a mesas y técnicos de sus problemas con el retorno o los ajustes de sus instrumentos, o fiascos como el de "The Dance Of Eternity" (si es cierto que vino motivado por problemas con el retorno de Mangini y que originó el caos grupal que todos sabemos), son algo que puede ocurrir. Son incidencias más habituales de las que todos desearíamos, pero entiendo que forman parte de la salsa de un directo. Para eso están los técnicos, para intentar que todo suene y luzca perfecto, pero hay que tener en cuenta que, tanto el recinto (todos conocemos su sonoridad), como el grupo y el tipo de música que realizan, hagan de esta tarea algo arduo y exigente. Personalmente no creo que sean hechos especialmente destacables, sino puntuales, que para nada influyeron determinantemente en el desarrollo del concierto por si solos.

El Grupo

concierto dtEsta es la parte más complicada, porque es donde entrarán en juego los fanatismos de los lectores, la experiencia y opinión personal del que suscribe y, en definitiva, la dificultad de separar objetividad y pasión. Pero bueno, lo voy a intentar sin el más mínimo ánimo de ofender a nadie, mucho menos al grupo, e intentando ser lo más aséptico posible.

Puedo decir que Dream Theater no dio el peor concierto que yo les haya visto (y sin entrar en detalles ni batallitas, son ya unos cuantos). Pero tampoco dio el mejor ni de lejos. No comparto todas las opiniones expresadas por mi compañero Pablo en su crónica, pero como decía, al jugar la subjetividad un papel tan clave en las percepciones particulares de cada persona, es tan respetable su punto de vista como el mío.

Y el mío es que vi a una banda con muchas tablas en el escenario. Tablas que les permiten salir airosos de situaciones complicadas, y experiencia y virtuosismo más que sobrados como para sobrellevar un concierto y un público tan exigentes. Pero esas tablas, a la larga, no me parecen suficientes para hacer del espectáculo algo memorable. Y lo de Madrid el pasado día 16, no lo fue. No lo fue por el recorte del set, como tampoco lo fue por lo mecánico de algunos momentos de la actuación. Brillantes, sí, claro, son virtuosos. Pero faltos de feeling en demasiados tramos, fríos y cadentes. Y eso que vi a LaBrie más cómplice que otras veces. Hablando del canadiense, dos fueron los puntos que no me convencieron de él: el primero, cuando se dirigió al público al principio del concierto para hablar de los problemas técnicos. Hubiera sido un gran momento para indicar que se iban a ver obligados a recortar el tiempo de actuación. Y si ahí todavía no era posible decir que "Illumination Theory" no iba a interpretarse, seguro que tras el eterno descanso entre actos si lo hubiera sido. Nadie se hubiera llevado a engaño. Por cierto, ese descanso se fue de tiempo. Cortó de lleno el ritmo de la actuación, y venían de hacer un gran primer acto, con algún que otro altibajo en la elección de temas (o al menos su orden). Lo segundo reprochable al cantante, bajo mi punto de vista, es su continua ausencia del escenario. Me parece una falta de respeto, sinceramente, pues da la sensación que los pasajes instrumentales y demás virtuosismos no fueran con el... Una pena.

Por último, es inevitable hablar de su nivel vocal. Mucho mejor que otras veces, sin duda. Dio hasta donde puede dar, y se atrevió con tonos que en anteriores ocasiones le dejaban malparado. Con todo ello, algún que otro gallo se le escapó más de lo debido, como si se viniera arriba por la situación y en el último momento olvidase donde debe medir sus límites. Aún así, nada escandaloso o deplorable, sino en general correcto y bien.

Hablar de Mangini es hablar de polémica. Para mi gusto, es mejor batería que Portnoy, más completo en técnica y recursos. Pero no tiene la soltura ni el desparpajo de su antecesor. Y eso, en disco no importa, pero en directo es fundamental. Y en este punto Dream Theater si que han bajado un par de escalones, por espectacularidad y dinamismo.

Además, la sombra de Portnoy es alargada, y sin lugar a dudas me reafirmo en que parte de la pérdida de tirón que ha sufrido la banda es por su sustitución. 1.500 personas, escasas, son muy pocas para una banda como ellos, que han demostrado en anteriores visitas que pueden atraer a más gente. Por supuesto que directos como los del Sonisphere o la Cubierta de Leganés tuvieron mucho que ver, eso está claro. O incluso el precio de la entrada, casi 45 euros, puede que haya dejado en casa a más de uno, junto al recinto elegido (insisto en sus deficiencias sonoras). Pero ni mucho menos creo que sean las razones fundamentales. Cuando tu sabes que la banda está al 100%, que va a ser la bomba, y que es algo que solo ocurre cada dos o tres años, lo mismo te dan 35 que 45 euros... Creo yo. Esa es la diferencia entre el aforo reunido, y los (por ejemplo) 3.000 o 4.000 espectadores que serían perfectamente capaces de atraer.

Desde la mayor objetividad posible, una banda tiene que dar siempre el máximo de sus posibilidades. Por ellos mismos, que es su oficio y su arte, y al final repercute directamente en su éxito o en su fracaso, y por el público, que es el juez que dictamina ese éxito o ese fracaso. Esta es la premisa de la que parto, y basándome en sus últimas descargas es por lo que digo que Dream Theater han tenido momentos mucho mejores en calidad sobre los escenarios, y que en la actualidad no están en su mejor momento. Yo no me atrevería a decir que es el ocaso de los dioses. Al menos no todavía. Pero si no reconducen un poco esos aspectos que han perdido, jamás recuperarán el trono que por trayectoria y calidad les corresponde.

Los imponderables

Cronica 02Como apunte final de todo, no sería justo dejar de lado un aspecto sin el cual, casi todo lo que he expuesto anteriormente no se habría producido. Y no es otra cosa que el maltrato continuado, la humillación y la persecución que la administración local de Madrid lleva a cabo desde hace años contra la cultura y los espectáculos en esta ciudad.

No nos engañemos. El simple hecho de que a las 23:30 horas tuviera que estar finiquitado el tinglado es lo que motivó gran parte del desastre. Esa limitación impuso el recorte del set. Esa frontera de tiempo fue la que generó las prisas en los montajes y los "así vale"... Si no, todo hubiera quedado en un molesto e incómodo retraso del inicio del concierto, pero nada más. Yo hubiera preferido que comenzara 2 horas tarde, pero haber podido disfrutar de un espectáculo completo y en condiciones óptimas, aunque terminara una hora más tarde. Es lamentable una ordenanza que, en un recinto como una Plaza de Toros cubierta, insonorizada y aislada de las viviendas de la zona te impongan una restricción de tiempo. Como igual de lamentable es la presencia de las fuerzas del orden municipales en el recinto desde media hora antes de su finalización, para comprobar o presionar su finalización.

Tampoco quiero valorar profundamente el hecho de que una vez abandonado el local, nos sorprendiera la presencia de varias dotaciones de policía nacional realizando controles de identificación al público, exigiéndoles la documentación. Por favor, señores, ¿qué se han creído que somos? ¿delincuentes? Sinceramente, el perfil de delincuente peligroso no es algo que asocie con personas dispuestas a aguantar hora y media o dos horas de cola a la intemperie para disfrutar de un grupo musical, con un precio de entrada ligeramente inflado, en muchos casos llegado desde bastantes kilómetros y en día laborable...

Pero esto es Madrid, amigos. Esto es lo que hay, todos los días. Dos o tres personas constituyen una concentración no autorizada. Tomarte una cerveza en la vía pública constituye hecho sancionable, a no ser que sea arrimado a una mesa de un establecimiento que, religiosamente, contribuye con un porcentaje fijo de sus beneficios a las arcas locales. En ese caso no pasa nada. El ruido, la imagen y el decoro que ofrecen una copa de cerveza en una terraza en la calle es radicalmente distinto al que ofrece esa misma cerveza tomada metro y medio más allá, de pie.

Aunque siempre me quedará la duda de si estas medidas son asociadas a nuestro ambiente del rock, o son estándares de aplicación universal. Dicho de otro modo, ¿actuaría igual nuestro Excelentísimo Ayuntamiento con cualquier situación, espectáculo y perfil de público? No lo sé, la verdad. Aunque no me imagino esa situación a la salida de un Bernabéu o un Vicente Calderón en esos días de partido a las 22:00 horas. Como tampoco termino de ver una actuación semejante el próximo 8 de febrero, sin ir más lejos, cuando en la misma Plaza de Toros de Vistalegre actúe un grupo de pop para adolescentes...

Al final, va a ser cierto que Spain is different... Pero Madrid, todavía más.


Galería de fotos en Facebook
por Javi Moreno Vega:


firma javi moreno vega