Me explico. Una situación que se da muy a menudo, al menos en mi caso, es la de que alguien que nunca ha escuchado seguida más de una canción de rock (del bueno, no del de Maná...), llega y te suelta tan alegremente: ¿Y cuál es tu grupo favorito?...
¡¡Por favor!!... No puedo con ello. Entérate de una puñetera vez... ¡¡no tengo ninguna banda favorita!! Hay tantos grupos, y todos tan importantes e influyentes, que es imposible decir cual es más laureado en mis gustos. Obviamente te puedo citar de carrerilla cien bandas que idolatro, y sus dos, tres o diez discos más representativos, respectivamente… Pero no me pidas que elija una.
Debe ser que entre Bisbal o el reggaeton es fácil decantarse, pero yo no puedo decidir si prefiero a Led Zeppelin o a Pink Floyd. Si el hard&heavy de Black Sabbath es mejor que la experimentación lisérgica de King Crimson. Si han sido más influyentes los Stones que Hendrix en el desarrollo de la música moderna... Es que no se reduce a tu simple concepción de “me gusta más ‘Bulería’ que ‘Papichulo’...”.
Según mi estado de ánimo puedo escuchar 'Painkiller' y alucinar (si, aun después de cientos de escuchas me sigo emocionando con el…), y es perfectamente posible que al día siguiente me derrita con 'A Whiter Shade Of Pale'... seguramente por la mañana me encuentres absorto en las melodías del 'Fragile', y por la tarde dando botes con 'Ace Of Spades', ¿y qué?
Así que metéroslo en la cabeza: el rock es algo intangible, inmaterial, con tal cantidad de matices, extensiones, variantes e influencias, que es imposible decantarse por un estilo o grupo sobre todos los demás... Ah, y aunque todas mis camisetas te parezcan iguales, tampoco son del mismo grupo… pero bueno, eso te lo explico otro día.
