Rush - 'Snakes & Arrows' (2007)

Bien valió un lustro de espera

Rush - 'Snakes & Arrows’ 
(1/5/2007, Anthem Records)

Rush - Snakes & Arrows

1. Far Cry (5:21)
2. Armor And Sword (6:36)
3. Workin' Them Angels (4:47)
4. The Larger Bowl (4:07)
5. Spindrift (5:24)
6. The Main Monkey Business (6:01)
7. The Way The Wind Blows (6:28)
8. Hope (2:02)
9. Faithless (5:31)
10. Bravest Face (5:12)
11. Good News First (4:51)
12. Malignant Narcissism (2:17)
13. We Hold On (4:13)

Producido por Nick Raskulinecz y Rush

Músicos:
Geddy Lee: Bajo y voz
Alex Lifeson: Guitarra
Neil Peart: Batería


Cinco años después de ‘Vapor Trails’ (2002), cualquier cosa podía parecer buena. Eso es lo que sucede con este aceptable ‘Snakes & Arrows’, que es capaz de dividir a los fans de los canadienses hasta el punto de calificarlo o de joya para su discografía o de medianía para su trayectoria.

Los que siempre nos hemos movido al margen de lo que hiciera el trío Rush, pues nunca ha estado en mi pedestal, ni nos entusiasmamos ni nos sentimos defraudados. Para mí Rush tenía una clara división: el grupo de los ’70 -rockero, punzante y muy especial y original, sonaban sólo a ellos- y el de los ’80 y comienzos de los ’90 -soporíferos, comerciales y poperos hasta la extenuación-. Con ‘Vapor Trails’me horroricé y nada esperaba un lustro después. Ahora escucho este ‘Snakes & Arrows’ con tanta objetividad como escaso entusiasmo. Y lo tomo en estima, pero no suficiente.

Rush setenteros

Sin embargo, mejor comienzo no puede tener el álbum. La pegadiza ‘Far Cry’,contundente a la vez que marchosa y comercial, les ha servido al trío para presentar el disco con cierto éxito. Y ese inicio prometedor se completa con ‘Armor and Sword’, el tema más largo del disco con sus 6 minutos y medio. También pegadiza y al más puro estilo de la mejor época a mi gusto (entre 1976 y 1981): ‘2112’, ‘A Farewell to Kings’, ‘Hemispheres’, ‘Permanent Waves’ ‘Moving Pictures’.

‘Workin' Them Angels’ sigue la estela marcada y nos recuerda a los mejores Rush de los ’70, contundentes, pegadizos y serios, no tan descentrados y aburridos como a partir de ‘Moving Pictures’. Luego, el cuarto corte, ‘The Larger Bowl’, comercial y pasable, hace bajar la altura hasta la llegada de un majestuoso ‘Spindrift’… ¡aquí está lo mejor de Rush! Al más puro estilo setentero, por un momento hace levantar el ánimo, la atención y hace recorrer por el cuerpo un escalofrío por la melancolía y el recuerdo de esa gran época. ‘Spindrift’ es la típica canción que hace merecer tener un disco -hombre, con unas cuantas buenas a su lado, mejor-.

Otro detalle que me gusta del disco es que está aderezado con 3 instrumentales muy buenas. ‘The Main Monkey Business’ es rockera, oscura y de las que suben la categoría de un álbum. Después llega ‘The Way The Wind Blows’, que no me termina de convencer: commercial, popero, pastelazo… Le sigue la segunda instrumental del disco, ‘Hope’, una corta pieza de guitarra acústica que suena muy orientalizada e hindú. Hay que recordar en este punto que Neil Peart centró la temática de ‘Snakes & Arrows’ en vivencias y reflexiones personales sobre la fe y viajes en moto por EEUU. Vamos, mucho ‘horno interior’ de ideas.

Soporífera segunda parte

No me convence tampoco este segundo tramo de ‘Snakes & Arrows’. Tanto ‘The Way The Wind Blows’ como ‘Hope’ y el noveno tema, ‘Faithless’, hacen una mezcla de pesadez poco digestiva. El error de Rush en este disco, para mi gusto, es el excesivo ‘metraje’. Como suele pasar en el cine. La tijera hubiera estado bien usarla. No hacía falta meter todos estos 13 temas de más de hora de duración.

Si seguimos hablando del resto de temas, ‘Bravest Face’ es un tema pop aceptable pero no satisface como posible punto de inflexión en el disco. ‘Good News First’ es otro corte comercial sólo para ‘rusheros’ de pelo en pecho y ‘Malignant Narcissism’,tema número 12, es la tercera instrumental, que sirve como remanso para los que buscaban otro sonido tras el buen comienzo del disco.

Y como diría el ex piloto Ángel Nieto, el final del disco, el tema 12+1, ‘We Hold On’, es una declaración de intenciones: podemos hacer prog-rock cuando queramos pero si nos da la gana hacemos algo popero. El tema es bueno, el disco, la mitad de él… conclusión: no sólo para adictos. También para amantes de la buena música. Pero evidentemente, como suelo decir, no irá a parar al olimpo de vuestra estantería.

Valoración: 6,5/10