Una década de periodismo

PeriodismoHace poco caí en la cuenta, por cosas del azar, mirando papeles
antiguos, que este 20 de septiembre se cumplirían 10 años de mi primer
contrato como redactor de un medio. Supongo que eso constituye y supone,
en toda regla, mi primera década como periodista. Hace 10 años,
exactamente, que comencé mi andadura por este maravilloso e inquietante
paso, y al mismo tiempo controvertido y complejo, por esta profesión.

En todo este tiempo no he cubierto tantos importantísimos e históricos acontecimientos como muchos de mis colegas de trabajo en Diariocrítico.com,
el periódico donde actualmente trabajo y que me ha visto crecer como
profesional del campo en los últimos 6 años y medio. Pero en esta década
tan bien marcada por las fechas de 2000 y 2010 he asistido a trágicos
sucesos que también forman parte ya del llamado 'imaginario colectivo'
español e internacional.

Por ejemplo, presencié como periodista el trágico 11-S en 2001, al poco
de echar a andar. No mucho después, la semana frenética de 2004 que
contempló los atentados del 11-M en Madrid y el cambio de Gobierno en
nuestro país. En 2006 recuerdo el frenético ritmo de actividad en el
campo de la política por lo que supuso la tregua de ETA y las esperanzas
abiertas en nuestro país, unidas al fatal desenlace del atentado de
Barajas, en diciembre del mismo año. Por último, estos últimos tiempos
han quedado marcados por una crisis económica realmente compleja que
llena páginas y páginas y de periódicos para los lectores horas y horas
de nuestra atención como profesionales.

Y aunque he podido coquetear con el mundo de la radio y la televisión, sobre todo esta última, gracias a DiariocríticoTV,
lo que en estos 10 años se ha llevado la mayoría de mi tiempo y
dedicación ha sido la prensa escrita y digital. Comencé en septiembre de
ese ya lejano 2000 en Libredirecto.com, el pionero periódico digital impulsado por José María García y dedicado exclusivamente al deporte, ya desaparecido. En 2004 me embarqué con su equipo en la realización de Diario GOL, un periódico de papel que salía
por entonces los lunes de manera gratuita. Pero ya en el mismo 2004 y
hasta la actualidad he estado ofreciendo mi ilusión, y aprendiendo
lecciones de periodismo a día a día, en este Diariocrítico.com de Fernando Jáuregui.

En todo este tiempo, como parece evidente, he conocido a numerosísimas
personas que jamás olvidaré. La mayoría periodistas. Otros, trabajadores
de estas empresas igualmente necesarios para la realización diaria del
periódico. Muchas veces tendemos a olvidar gracias a cuánta gente sale
este producto a la 'calle' para su 'consumo' por el gran público. No
podría mencionar a todos.

Me quedo con el cariño de cada uno de ellos, tanto en la etapa de Libredirecto.com y Diario GOL (seguís en mi vida, señores Corro, Arancha, Patricia, José, Tino, Javi, Mayra, Sesé, Rubén, Raúl, Aitor, Emilio, Bea, Pepe, Ricardo y, por supuesto, mi querido Alberto Martín) como en la actual era en Diariocrítico.com (con especial atención a mis queridos ex compañeros Carlos Matías, Lola Hierro, Laura Rodríguez, Noelia Jiménez, Rosa Jiménez Cano, Miguel Fernández...).

De todos me llevo algo que he aprendido para la profesión, sin
excepción. En especial, nunca podría olvidar las lecciones de periodismo
que me dieron José Luis Corrochano, Arancha Rodríguez y Alberto Martín
en Libredirecto. Ni tampoco lo mucho que me hizo espabilar Pedro Vallín nada más aterrizar en Diariocrítico, corrigiendo cada coma que escribía. Tampoco el conocimiento político que atesoraban -y siguen haciéndolo cada día- Jáuregui, Manuel Ángel Menéndez y Carlos Matías.
Y mucho menos podré olvidar jamás la calidad humana y amistad que me
mostraron Rubén Conde y Carlos Matías, ex compañeros inigualables o la
ilusión por informar que me transmitían Alberto Martín o Lola Hierro,
siempre detrás de la noticia, buscando el lado humano de la información.
Hoy en día quienes enriquecen también mis vivencias son los hasta ahora
no mencionados Marina, Laura, Emilio, Alex, Carmen, Lourdes, Sergio,
Yolanda, Adriana, Miguel, Hugo, Nacho, Alicia, Eva, Concha, Pepe...

Pero que nadie se me ofenda, por favor. Si quisiera mencionar a todos
quizás este artículo se extendería durante varias pantallas de scroll,
así que permitid que me detenga en esta enumeración tan especial para
mí. Compartís mi pasión por el periodismo digital, que se lleva todo el
protagonismo de este recordatorio de mis 10 años, porque se ha
convertido en mi otra vida, mi otro amor y mi otra pasión. Trabajar en Diariocrítico o Libredirecto han sido o son mis medios de vida, pero también he colaborado o colaboro en otros medios como Portalesquizofrenia.com,
el portal de música que dirijo desde 2001, haciéndonos también un hueco
especial en Internet dentro del mundo del rock. Tampoco olvido mi
trabajo en el blog Ojocrítico, dedicado a la actualidad, así como mis 'tweets' en Twitter o las actualizaciones en mi perfil de Facebook.

Con dignidad y la cabeza alta puedo confirmar que no me tengo que
arrepentir de nada en estos 10 años. Pese a que el periodista es uno de
los profesionales peores vistos en España por la opinión pública, quizás
sólo superado por el oficio de político, empresario o banquero, por dar
dos ejemplos, me siento orgulloso de todo mi trabajo, sin discusión.
Nunca me he vendido. Nunca he creído advertir una visión amarillista o
hiriente en mis noticias. No he atacado a nadie con fines personales,
injustos, intencionados o inmorales. Quien pueda sentirse ofendido por
mi trabajo en todo este tiempo, podría perfectamente contarme por qué se
ha sentido así, puesto que estaría gustoso de conocer mis errores, que
los he tenido, y muchos, en esta década que ahora dejo atrás.

Mi ilusión está puesta, a mis 30 años, por lo pronto, en cubrir otros 10
años de actualidad. De actualidad política, social, económica,
deportiva, musical, cultural... Llevo esta profesión en las venas y creo
que nunca podría pasar más de unos días sin que contara los sucesos de nuestra actualidad u opinar sobre la misma.
Va en la sangre y es mejor que cualquier droga. Informar, interpretar y
opinar. Desempeñar, primero, un derecho constitucional reconocido en
nuestras leyes y, segundo, ser consciente del deber que todo periodista
rinde con la sociedad. Un deber de informar, de forma verídica y sin
fines espurios, de todo lo que nos rodea.

Y ya es hora de detenerse en este texto que se alarga demasiado. A
todos, gracias. A todos los que alguna vez me habéis leído, de forma
inconsciente, por algún enlace web en Google o bien por interés
consciente. Y gracias, para acabar, a mis compañeros actuales que
ocupáis mi día a día y me acompañáis en este apasionante viaje que es el
periodismo digital, el más a tiempo real, 'online', de todos. Y especialmente, gracias a mis padres y mi familia,
que confiaron en mí y me encaminaron a unos estudios universitarios
para labrarme un futuro. Os debo estos 30 años de vida, pero
especialmente os agradezco estos 10 años de profesión que han dado
sentido a mi trayectoria laboral hasta el momento.

Seguiremos informando.



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