Opinión: Censura musical... ¿y si 1984 es hoy?

 Artículo de opinión de Dave Garia sobre algunos acontecimientos de la actualidad política y cultural.

 Eric Blair, más conocido por su seudónimo literario como George Orwell, murió el 22 de enero de 1950. A pesar de eso, su obra sigue viva y de rabiosa actualidad. Más concretamente su novela '1984'. En ella introdujo la figura del control por parte del Estado-vigía (Big brother), de la 'Habitación 101' y de de la 'Policía del pensamiento', ocupada en la represión del lenguaje 'no oficial': lo que no existe, no podrá ser pensado...

Esta introducción que a priori no parecería emparentada directamente con la música y si con la vertiente literaria de la lírica, viene a colación de las actitudes de determinados políticos, más preocupados de la no-divulgación de ideas opuestas a su ideología que de dar un enfoque global a la música, alejándolo así de sus intereses personales. La música es un bien cultural y como tal debería de ser de libre y fácil acceso y éste no debiera estar condicionado.

Dejar claro desde el primer momento, que no pretende ser ningún tipo de puya política para los blancos, los azules, los marrones o los coloraos. Cada uno tiene sus ideas. Y bien libre que es de ello.

Pero a estos representantes de los ciudadanos, les convendría redescubrir la obra de Orwell y darse cuenta que un pueblo sin cultura es como un campo yermo. Y a esto nos están llevando con sus actitudes… ¡Señores!... ¡Nos están robando conciertos!

Desde la redacción de Esquizofrenia hemos creído conveniente no dejar constancia de los posibles ejemplos puntuales que motivan este artículo, dado que tal y como reza en el manifiesto de la web, ésta trata de ser lo más apolítica posible. Y cualquier referencia precisamente a la política debe ser para condenar que traspase los límites que tiene marcados: el librepensamiento de cada ciudadano. Basta de la represión al mundo del arte, de la música. Esquizofrenia apuesta firmemente por la libertad de expresión.

Aunque nos repugnen los mensajes transmitidos por determinados grupos que fomentan la discriminación y la violencia, consideramos que cada cual es lo suficientemente inteligente para pensar por sí mismo y tomar sus propias decisiones aborreciéndolos, sin necesidad de delegar en ningún político que se erija en garante del buen gusto y las buenas maneras.

Por eso nos oponemos firmemente a la censura musical desde las instituciones públicas del poder, por motivos ideológicos o por proteccionismo mal entendido. Y decimos no al concepto de 'papá estado' y sí a la libertad de elección.

Mostrar también nuestra disconformidad con el oportunismo político de algunos a la hora de cerrar salas de conciertos, por motivos 'administrativos'... Salas que llevaban incumpliendo la normativa durante años, y que no ha sido sino a raíz de un luctuoso suceso conocido por todos, que se han puesto manos a la obra para solventarlas.

Y no por una necesidad real de las salas, sino por una maniobra de maquillaje político enfocada a evitar responsabilidades frente al limbo legal que existe en lo referente a los controles de los accesos a ellas. Ésta es también otra forma de institucionalizar la censura musical: si no tienes dónde tocar, entonces no tocarás.

“No… no….no nos vamos a dejar, este estado policial se tiene que acabar”.
-Rosendo Mercado-

Dave Garia
Diciembre  2008